Una fundación benéfica familiar puede proporcionar beneficios únicos tanto a las organizaciones benéficas que apoya como a los miembros de la familia que dirigen las actividades de la fundación. Sin embargo, las fundaciones familiares privadas están sujetas a una compleja normativa fiscal que, en caso de ser infringida, puede dar lugar a fuertes sanciones fiscales e incluso a la revocación de la exención fiscal de la fundación.
Así que, si está interesado en formar una fundación familiar, o ya forma parte de una, es bueno que conozca estas normas del Servicio de Impuestos Internos (IRS). A continuación se exponen algunos aspectos básicos sobre las fundaciones familiares, así como algunas prácticas que pueden acarrear problemas con Hacienda.
Puntos clave
- Establecer una fundación familiar puede ser una buena manera de aumentar su filantropía y reducir sus impuestos.
- Sin embargo, se puede abusar de las fundaciones familiares con el último propósito de refugiar impuestos, por lo que pueden ser objeto de un mayor escrutinio por parte de Hacienda.
- Entender las normas y las posibles señales de alarma para gestionar una fundación familiar puede reducir las posibilidades de una auditoría y mantener sus donaciones benéficas en regla.
Conceptos básicos
La forma más común de fundación familiar privada es una organización sin ánimo de lucro que está exenta de impuestos según la sección 501(c)(3) del código fiscal del IRS. La fundación es creada por un individuo, una familia o una empresa privada para apoyar una o más actividades benéficas. La fundación está financiada por su(s) creador(es), que reciben deducciones fiscales por sus aportaciones. Estos fondos forman la dotación de la fundación, que se invierte de manera que genere ingresos para financiar las obras benéficas de la fundación en el futuro. La fundación debe distribuir al menos el 5% de sus activos a su actividad benéfica.
Beneficios potenciales
Los beneficios de las fundaciones familiares son mayores que los de las simples donaciones benéficas en efectivo:
- Como los miembros de la familia mantienen el control de la fundación, hay una continuidad sostenida de las donaciones benéficas.
- La fundación puede recibir contribuciones deducibles de impuestos de terceros que pueden financiar el programa más allá de las propias contribuciones de la familia.
- La gestión de la fundación puede unir a los miembros de la familia e inculcarles un espíritu de servicio a la comunidad.
- El hecho de que un miembro de la familia actúe como administrador mantiene las responsabilidades de gestión dentro de la familia, y los costes administrativos son bajos.
- La fundación crea un legado público visible y duradero para la familia.
- Establecer una fundación familiar es menos costoso y requiere una dotación menor de lo que mucha gente piensa.
Posibles obstáculos
Una de las mayores dificultades en la gestión de una fundación familiar puede ser tratar de desentrañar las complicadas normas que les impone Hacienda. Estas normas pretenden evitar los posibles conflictos de intereses que podrían surgir cuando los miembros de la familia colaboran estrechamente en la gestión de los activos de la fundación. No tenerlas en cuenta puede acarrear graves problemas con Hacienda, que tiene una sección entera en su página web dedicada a las fundaciones privadas. Si está interesado en crear una fundación familiar privada, también es importante que busque asesoramiento profesional, por ejemplo, de un abogado fiscalista especializado en fundaciones.
Señales de alarma del IRS para las fundaciones familiares
La lista que sigue no es exhaustiva, pero comprende algunos de los puntos conflictivos más comunes de la sección 501(c)(3) en relación con las fundaciones familiares. Considere estos temas como banderas rojas si está involucrado en una fundación o está pensando en crear una.
Entienda los términos „self-dealing" y "personas descalificadas":
En el centro de toda la normativa se encuentra un concepto que prohíbe el auto-tratamiento entre una fundación y sus personas descalificadas. Esto es lo que debe saber sobre estos términos: Aunque la autocontratación puede adoptar muchas formas, básicamente se refiere a un individuo que se beneficia de una transacción. Y aunque la definición del IRS de persona descalificada es en sí misma complicada, generalmente significa cualquier persona que sea un contribuyente sustancial de la fundación, además de los gerentes, funcionarios y miembros de la familia de la fundación, además de cualquier corporación afiliada y sus miembros de la familia.
- Contratación de miembros de la familia/personas inhabilitadas. Una fundación familiar puede emplear a miembros de la familia y a otras personas inhabilitadas. Sin embargo, sus funciones deben considerarse necesarias para el objetivo de la fundación.
- Ofrecer compensaciones. La remuneración de las personas descalificadas debe estar en consonancia con datos comparables para puestos similares. Si el IRS considera que se está pagando a una persona descalificada más de lo que se paga por un trabajo, entonces esa persona sería penalizada con el 25% del exceso de beneficio monetario que recibió.
- Venta o arrendamiento. La Agencia Tributaria no permite las ventas o los arrendamientos entre las fundaciones y sus personas descalificadas. Por ejemplo, si un miembro de la familia vendiera a la fundación un equipo de oficina por valor de 10.000 dólares, pero sólo recibiera 1.000 dólares por él, la Agencia Tributaria seguiría considerándolo un acto de autogestión. Del mismo modo, si una persona inhabilitada alquila a la fundación un coche por sólo 100 dólares al mes cuando el precio real del alquiler del mismo coche es de 1.000 dólares al mes.
- Concesión de préstamos. La concesión de préstamos o créditos en cualquier sentido entre la fundación y una persona inhabilitada se considera un acto de auto-acuerdo por parte del IRS, incluso si el acuerdo de préstamo o crédito está totalmente garantizado y se hace a través de términos de mercado justo.
- Proporcionar instalaciones, bienes y servicios. El IRS no permite este tipo de transacciones entre una fundación y sus personas descalificadas a cambio de un pago. Sin embargo, si estas operaciones se dan libremente, están permitidas, siempre que la persona inhabilitada no se beneficie.
- Viajes. Llevar a personas descalificadas a un viaje de negocios de la fundación y que la fundación pague sus gastos de viaje es, por lo general, un acto de autogestión. Sin embargo, esto no incluye, por ejemplo, proporcionar alojamiento y comidas razonables y necesarias a un gerente de la fundación.
En resumen, una fundación familiar puede ser una forma excelente de alcanzar objetivos benéficos a largo plazo, al tiempo que se disfruta del afán de donación y se crea un legado duradero para su familia. Pero si no se hace correctamente, una fundación familiar puede ser una empresa agotadora, frustrante y costosa. Tal vez sea útil recordar que una vez que se ha donado a una fundación familiar, ya no es su dinero: hay nuevas reglas de juego.
Fuentes del artículo
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