La ley no obliga a los particulares a llevar libros y registros financieros (las empresas sí), pero no hacerlo puede ser un error costoso desde el punto de vista financiero y fiscal. Los extractos de su cuenta bancaria y de su tarjeta de crédito pueden ser erróneos y es posible que no lo descubra hasta que sea demasiado tarde para hacer correcciones. Puede olvidarse de pagar una factura y perjudicar su puntuación de crédito. Es posible que no tenga ni idea de cómo destinar los ingresos al ahorro y la inversión. O puede pasar por alto gastos que podrían suponer algún beneficio fiscal. Así que llevar un control de sus finanzas personales tiene sentido.
Puntos clave
- Los contables y los gestores contables pueden ayudarle a controlar sus finanzas personales y ayudarle con sus impuestos.
- Un contador público certificado es más caro que contratar a un contador que no está certificado.
- Quicken ofrece un software de contabilidad que puede ayudarle a hacerlo usted mismo.
- Un contable que revise su trabajo trimestralmente puede ser menos costoso que contratar a un contable profesional.
Contrate a un profesional o hágalo usted mismo?
Registrar tus ingresos y gastos no es una tarea difícil (no necesitas conocimientos de contabilidad ni ser „bueno con los números”), pero sí requiere tiempo y esfuerzo. La forma de hacerlo depende de su preferencia personal. Puedes contratar a un experto para que lo haga todo, hacerlo tú mismo o combinar las dos cosas, recurriendo a un experto que te ayude de vez en cuando.
Opción 1: Recurrir a un experto
Si no tienes tiempo o crees que tu tiempo vale más que lo que pagarías a otra persona, puedes contratar ayuda profesional. Pero quién, exactamente? Cuando la gente habla de tener un contable personal, suele utilizar el término de forma imprecisa para referirse a todo tipo de personas, desde un contable hasta un CPA o un preparador de impuestos o incluso un asesor fiscal. Selecciona al profesional que se ajuste a tus necesidades:
Contable
Esta persona puede ofrecerte servicios de conserjería para tus finanzas personales, incluyendo el pago de tus facturas, el balance de tu chequera y la revisión de los extractos de tus tarjetas de crédito. Un contable puede tener o no una formación especial. Un contable puede obtener la certificación del Instituto Americano de Contables Profesionales o completar la formación en línea para recibir la certificación de QuickBooks. La tarifa por hora de un contable depende del lugar en el que se encuentre, de los servicios que busque y de la experiencia que ofrezca la persona, pero los honorarios pueden ser tan bajos como 20 dólares por hora en Estados Unidos e incluso más bajos para un contable en el extranjero (e.g., upwork.com).
La necesidad de un contable dependerá probablemente de algunos factores, como la complejidad de sus impuestos y el número de cuentas que tenga que gestionar.
Contable
Se trata de una persona que tiene formación (y probablemente un título universitario) en contabilidad y puede encargarse de las tareas contables. La tarifa por hora, que también depende de la ubicación, la descripción del trabajo y la experiencia, es de unos 35 dólares por hora de media, pero puede ser bastante más.
Contable público certificado
Se trata de un contable (con un título universitario y quizá un máster en contabilidad) que ha recibido la certificación del Instituto Americano de Contables Públicos (AICPA). Si bien un contador público puede proporcionar servicios de contabilidad, este profesional puede ser demasiado caro para la tarea. Los honorarios por hora de los servicios de contabilidad pueden ser de 50 dólares por hora y más. (La mayoría de los contables no se encargan de los servicios de contabilidad personalmente, sino que utilizan a un empleado de su empresa (e.g., un contable) para esta tarea.)
Tenedor de libros
Para las tareas descritas al principio, un contable personal es lo que necesitarás. La mayoría de la gente no utiliza un contador (sólo las personas ricas pueden justificar el costo de estos profesionales de los impuestos). Su contable programará citas periódicas (e.g., semanalmente, mensualmente) para introducir los datos y realizar las tareas que quieras que se hagan. La contabilidad puede realizarse en persona (en su casa o en la oficina del contable) o en línea. En cualquier caso, tendrá que proporcionar acceso a sus cuentas bancarias y extractos de tarjetas de crédito, así que asegúrese de comprobar cuidadosamente las referencias de cualquier persona que desee contratar.
Opción 2: Hazlo tú mismo
Se acabaron los días de llevar los libros de contabilidad en papel. Hoy en día, existen programas informáticos fáciles de usar y soluciones en la nube para el consumidor medio, no sólo para los profesionales. Las principales opciones para las finanzas personales son:
Quicken
Este programa te ayuda a crear un presupuesto mensual y a controlar tus finanzas. Por un coste mensual adicional, puedes utilizar un sistema de pago de facturas para automatizar tus pagos, de modo que siempre llegues a tiempo y pagues la cantidad correcta.
Mint.com
Esta plataforma gratuita basada en la nube también le permite hacer un seguimiento de sus finanzas personales, así como pagar sus facturas en línea. Se sincroniza con su cuenta bancaria para simplificar sus finanzas personales.
Tanto Quicken como Mint.com tienen aplicaciones móviles para registrar la información sobre la marcha.
Opción 3: Combina tus esfuerzos
Puedes trabajar con un contable para que te ayude a empezar con tu contabilidad personal. Busca a alguien que conozca el programa informático que piensas utilizar. El contable puede crear cuentas (que funcionan como carpetas) en las que usted coloca su información. Al crear cuentas que se asemejan a las mismas categorías utilizadas para los impuestos, se simplifica la preparación de la declaración de la renta (tanto si lo haces tú como si recurres a un profesional pagado).
El contable también puede revisar su trabajo periódicamente (e.g., trimestralmente) para asegurarse de que está registrando bien sus ingresos y gastos y conciliando correctamente su extracto bancario.
El resultado final
Independientemente de cómo decida gestionar su contabilidad personal, asegúrese de separarla de la contabilidad de cualquier negocio que posea. Incorpore el coste de esta contabilidad a su presupuesto familiar.
Fuentes del artículo
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