Qué es el mercado de divisas?
El mercado de divisas, también conocido como mercado forex, facilita la compra y venta de divisas en todo el mundo. Al igual que las acciones, el objetivo final del comercio de divisas es obtener un beneficio neto comprando a bajo precio y vendiendo a alto precio. Los operadores de divisas tienen la ventaja de elegir un puñado de divisas frente a los operadores de bolsa que deben analizar miles de empresas y sectores.
En términos de volumen de operaciones, los mercados de divisas son los mayores del mundo. Debido al elevado volumen de operaciones, los activos de divisas se clasifican como activos de gran liquidez. La mayoría de las operaciones con divisas consisten en transacciones al contado, a plazo, swaps de divisas, swaps de divisas y opciones. Sin embargo, hay muchos riesgos asociados a las operaciones de divisas como productos apalancados que pueden dar lugar a pérdidas considerables.
Puntos clave
- El uso del apalancamiento en el mercado de divisas puede dar lugar a pérdidas que superen la inversión inicial del operador.
- El diferencial entre los valores de las divisas debido al riesgo de los tipos de interés puede hacer que los precios de las divisas cambien drásticamente.
- Los riesgos de transacción son riesgos de tipo de cambio asociados a las diferencias de tiempo entre la apertura y la liquidación de un contrato.
- El riesgo de contraparte es el incumplimiento del agente o corredor en una determinada transacción.
- Los operadores de divisas deben tener en cuenta el riesgo de país para una determinada divisa, lo que significa que deben evaluar la estructura y la estabilidad de un país emisor.
1. Riesgos de apalancamiento
En el comercio de divisas, el apalancamiento requiere una pequeña inversión inicial, denominada margen, para acceder a operaciones sustanciales en divisas. Las pequeñas fluctuaciones de precios pueden dar lugar a ajustes de márgenes en los que el inversor debe pagar un margen adicional. En condiciones de mercado volátiles, el uso agresivo del apalancamiento puede dar lugar a pérdidas sustanciales que superen las inversiones iniciales.
2. Riesgo de tipos de interés
En los cursos básicos de macroeconomía se aprende que los tipos de interés influyen en los tipos de cambio de los países. Si los tipos de interés de un país suben, su moneda se fortalecerá debido a la afluencia de inversiones en los activos de ese país, supuestamente porque una moneda más fuerte proporciona mayores rendimientos. Por el contrario, si los tipos de interés bajan, su moneda se debilitará a medida que los inversores comiencen a retirar sus inversiones. Debido a la naturaleza del tipo de interés y a su efecto indirecto sobre los tipos de cambio, el diferencial entre los valores de las divisas puede hacer que los precios de las mismas cambien drásticamente.
3. Riesgos de transacción
Los riesgos de transacción son los riesgos de tipo de cambio asociados a las diferencias de tiempo entre el inicio de un contrato y el momento en que se liquida. El comercio de divisas tiene lugar las 24 horas del día, lo que puede dar lugar a que los tipos de cambio cambien antes de que las operaciones se hayan liquidado. En consecuencia, las divisas pueden negociarse a diferentes precios en distintos momentos del horario de negociación.
Cuanto mayor sea el diferencial de tiempo entre la entrada y la liquidación de un contrato, mayor será el riesgo de la operación. Cuando las diferencias horarias permiten que los riesgos de cambio fluctúen, los particulares y las empresas que negocian con divisas se enfrentan a unos costes de transacción mayores, y quizás onerosos.
4. Riesgo de contraparte
La contraparte en una transacción financiera es la empresa que proporciona el activo al inversor. Por tanto, el riesgo de contraparte se refiere al riesgo de incumplimiento del agente o corredor en una operación concreta. En las operaciones de divisas, los contratos al contado y a plazo sobre divisas no están garantizados por una bolsa o una cámara de compensación. En el comercio de divisas al contado, el riesgo de contrapartida proviene de la solvencia del creador de mercado. En condiciones de mercado volátiles, la contraparte puede ser incapaz o negarse a cumplir los contratos.
5. Riesgo de país
Al sopesar las opciones para invertir en divisas, hay que evaluar la estructura y la estabilidad de su país emisor. En muchos países en desarrollo y del tercer mundo, los tipos de cambio están fijados a un líder mundial como el dólar estadounidense. En esta circunstancia, los bancos centrales deben mantener unas reservas adecuadas para mantener un tipo de cambio fijo. Puede producirse una crisis monetaria debido a los frecuentes déficits de la balanza de pagos y provocar la devaluación de la moneda. Esto puede tener efectos sustanciales en el comercio y los precios de las divisas.
Debido a la naturaleza especulativa de la inversión, si un inversor cree que el valor de una moneda va a disminuir, puede empezar a retirar sus activos, devaluando aún más la moneda. Los inversores que sigan operando con la divisa se encontrarán con que sus activos no tienen liquidez o incurrirán en la insolvencia de los operadores. Con respecto a la negociación de divisas, las crisis monetarias agravan los peligros de liquidez y los riesgos crediticios, además de disminuir el atractivo de la moneda de un país.
Esto fue especialmente relevante en la crisis financiera asiática y en la crisis argentina, en las que la moneda de origen de cada país acabó colapsando.
El resultado final
Con una larga lista de riesgos, las pérdidas asociadas al comercio de divisas pueden ser mayores de lo inicialmente previsto. Debido a la naturaleza de las operaciones apalancadas, una pequeña comisión inicial puede dar lugar a pérdidas considerables y a activos ilíquidos. Además, las diferencias horarias y las cuestiones políticas pueden tener ramificaciones de gran alcance en los mercados financieros y las monedas de los países. Aunque los activos de divisas son los que más volumen de negociación tienen, los riesgos son evidentes y pueden provocar graves pérdidas.
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