Cuando se trata de invertir en instrumentos financieros, la valoración no sólo es fundamental para determinar el valor justo de mercado de un vehículo, sino que también es esencial para las funciones de información financiera y análisis de riesgos. La herramienta de valoración más común, conocida como el método del flujo de caja descontado (DCF), se utiliza para proyectar los flujos de caja futuros, destacando al mismo tiempo los tipos de descuento probables asociados a esos flujos de caja.
Puntos clave
- Al contemplar una oportunidad de inversión, los analistas de investigación se basan en el método del flujo de caja descontado como una valiosa herramienta con la que estimar los flujos de caja.
- El valor de los instrumentos derivados presupone que todos los activos subyacentes de una inversión se basan en la tasa libre de riesgo; por lo tanto, el real La tasa de crecimiento de estos activos no afecta a los valores proyectados.
- Los derivados con garantía se consideran menos arriesgados, ya que estas operaciones suponen un menor riesgo de contrapartida, dado que la garantía puede utilizarse para contrarrestar cualquier pérdida.
- Los derivados con garantía son inversiones mucho más seguras que sus homólogos sin garantía, por lo que se valoran con tipos sin riesgo.
Valoraciones de derivados antes y después de la crisis económica de 2008
Los derivados financieros introducen la diversificación en una cartera de inversión al facilitar la exposición a diferentes mercados. El valor de estos derivados supone que los rendimientos de todos los activos subyacentes se basan en la tasa libre de riesgo. Por lo tanto, el real La tasa de crecimiento de esos activos subyacentes no afecta materialmente a sus valores. Este concepto se conoce como valoración „neutral al riesgo”.
Antes de la crisis financiera de 2008, los bonos del Estado se consideraban inversiones sin riesgo. Al fin y al cabo, es casi imposible que el gobierno deje de pagar su deuda cuando la U.S. El Tesoro puede simplemente imprimir más dinero para satisfacer las obligaciones de la deuda. Además, los tipos de swap basados en los tipos de interés de los préstamos interbancarios (LIBOR, Euribor, etc.) se consideraron en general libres de riesgo. Los tipos de interés de los swaps se consideraron más apropiados para la valoración neutral del riesgo que los rendimientos de los bonos, ya que los ingresos de las transacciones de derivados se invierten generalmente en el mercado interbancario, a diferencia del mercado de bonos.
Tras la crisis financiera de 2008, la quiebra de algunos bancos puso de manifiesto que los tipos de interés de los préstamos interbancarios no estaban realmente exentos de riesgo, como se pensaba. Muchas inversiones en derivados mostraron un importante riesgo de contraparte porque las transacciones no estaban sujetas a garantías o a peticiones de márgenes.
Este riesgo de contrapartida fue la causa de la quiebra del gigante de la banca de inversión Lehman Brothers. Como contraparte de 930.000 transacciones de derivados, que representan aproximadamente el 5% de la actividad mundial de derivados, el banco no pudo salir de su aplastante deuda de 619.000 millones de dólares, y finalmente cerró sus puertas para siempre.
Derivados con garantía frente a los no garantizados
Los derivados que se negocian en el mercado extrabursátil (OTC) emplean acuerdos ISDA estándar que a menudo incluyen Anexos de Apoyo al Crédito (CSA), que son cláusulas que describen las mitigaciones de crédito permitidas para una transacción, como la compensación y la garantía. Las operaciones con garantía presentan un menor riesgo de contraparte, ya que la garantía puede utilizarse para recuperar cualquier pérdida. Cuando estas garantías caen por debajo de un determinado umbral, se pueden obtener más.
Las diferencias en los perfiles de riesgo entre las operaciones garantizadas y no garantizadas conducen invariablemente a tasas de descuento de valoración divergentes. Al ser el menos arriesgado de los dos, los derivados con garantía deben valorarse con tipos libres de riesgo.
Descuento OIS y tipos libres de riesgo para los derivados con garantía
Los acuerdos estándar de CSA limitan las pérdidas mediante la exigencia de garantías diarias para evitar que las contrapartes se cierren. En este contexto, la opción natural para el tipo de descuento sin riesgo suele ser algún tipo de interés a un día. Esto se conoce como „descuento OIS” o „descuento CSA.” Las curvas de rendimiento a un día pueden derivarse de los swaps de índices a un día (OIS).
Antes de la crisis financiera, había poca diferencia entre la curva de rendimiento a un día y la curva de rendimiento derivada de los tipos de swap. Durante la crisis, los diferenciales entre las dos curvas de rendimiento se ampliaron sustancialmente. Aunque los swaps de índices a un día se introdujeron hace relativamente poco, países desarrollados como Japón y Suiza cuentan con OIS de gran liquidez, lo que permite realizar valoraciones más fiables.
Aunque los países que carecen de mercados de OIS suficientemente líquidos pueden tener dificultades para determinar las valoraciones, pueden recurrir a soluciones alternativas que implican la creación de OIS sintéticos entre divisas que utilizan una curva de OIS líquida como base y aplican un diferencial de base entre divisas para obtener una curva de OIS en moneda local. Si las opciones están colateralizadas y el margen de la opción gana un tipo de interés a un día, se puede aplicar el descuento OIS. Por regla general, las opciones de compra producen valores más bajos, mientras que las opciones de venta presentan valores más altos.
Las peticiones diarias de garantías sugieren que el descuento OIS es la opción lógica para estos tipos de valoración.
El resultado final
Para determinar el valor de mercado de una inversión, tradicionalmente se realiza una valoración mediante el método del flujo de caja descontado (DCF). Para que el valor sea justo, la tasa de descuento debe ser la misma que la tasa de rendimiento.
Aunque históricamente se consideraba que los derivados estaban libres de riesgo de contrapartida, esta noción cambió tras la crisis financiera de 2008. En la actual coyuntura económica, las operaciones con derivados colateralizados reducen el riesgo de contraparte y, en consecuencia, deben valorarse utilizando un tipo libre de riesgo.
Fuentes del artículo
Nuestro equipo requiere que los escritores utilicen fuentes primarias para apoyar su trabajo. Se trata de libros blancos, datos gubernamentales, informes originales y entrevistas con expertos del sector. También hacemos referencia a investigaciones originales de otras editoriales de renombre cuando es necesario. Puede obtener más información sobre las normas que seguimos para producir contenidos precisos e imparciales en nuestro
política editorial.