A principios de la década de 1980, un joven gestor de carteras llamado Peter Lynch se estaba convirtiendo en uno de los inversores más famosos del mundo, y por una razón muy comprensible: cuando se hizo cargo del fondo de inversión Fidelity Magellan en mayo de 1977 (su primer trabajo como gestor de carteras), los activos del fondo eran de 20 millones de dólares. Entre 1977 y 1990, procedió a convertirlo en el mayor fondo de inversión del mundo, superando al mercado en un alucinante 29% anualizado!
Lynch logró esto utilizando principios muy básicos, que estaba feliz de compartir con casi cualquier persona. Peter Lynch creía firmemente que los inversores individuales tenían ventajas inherentes sobre las grandes instituciones porque las grandes empresas no querían o no podían invertir en empresas de menor capitalización que aún no han recibido gran atención por parte de los analistas o los fondos de inversión. Tanto si es usted un representante registrado que busca selecciones sólidas a largo plazo para sus clientes como si es un inversor individual que se esfuerza por mejorar sus rendimientos, le presentaremos cómo puede poner en práctica la estrategia de Lynch, de eficacia probada.
Los tres principios básicos de inversión de Peter Lynch
Una vez que su trayectoria estelar al frente del Magellan Fund obtuvo la atención generalizada que suele seguir a los grandes resultados, Lynch escribió varios libros en los que exponía su filosofía de inversión. Son grandes lecturas, pero su tesis central se puede resumir en tres puntos principales.
1. Compre sólo lo que entienda
Según Lynch, nuestras mejores herramientas de investigación bursátil son los ojos, los oídos y el sentido común. Lynch se enorgullecía del hecho de que muchas de sus grandes ideas bursátiles las descubría mientras caminaba por la tienda de comestibles o charlando casualmente con amigos y familiares.
Todos tenemos la capacidad de hacer análisis de primera mano cuando vemos la televisión, leemos el periódico o escuchamos la radio. Cuando conducimos por la calle o viajamos de vacaciones también podemos olfatear nuevas ideas de inversión. Después de todo, los consumidores representan dos tercios del producto interior bruto de los Estados Unidos. En otras palabras, la mayor parte del mercado de valores está al servicio del consumidor individual: si algo le atrae como consumidor, también debería despertar su interés como inversión.
2. Hacer siempre los deberes
Las observaciones de primera mano y las pruebas anecdóticas son un buen comienzo, pero todas las grandes ideas deben ir seguidas de una investigación inteligente. No se deje confundir por la sencillez de Peter Lynch a la hora de realizar una investigación diligente: la investigación rigurosa fue la piedra angular de su éxito. Al seguir la chispa inicial de una gran idea, Lynch destaca varios valores fundamentales que él espera que se cumplan para cualquier acción que merezca la pena comprar:
- Porcentaje de ventas. Si hay un producto o servicio que le atrae inicialmente a la empresa, asegúrese de que comprende un porcentaje de ventas lo suficientemente alto como para que sea significativo; un gran producto que sólo representa el 5% de las ventas no va a tener más que un impacto marginal en los resultados de una empresa.
- Ratio PEG. Esta relación entre la valoración y la tasa de crecimiento de los beneficios debe considerarse para ver cuánta expectativa se ha incorporado a la acción. Hay que buscar empresas con un fuerte crecimiento de los beneficios y valoraciones razonables: una empresa de fuerte crecimiento con un ratio PEG de dos o más ya tiene ese crecimiento de los beneficios incorporado en el precio de las acciones, lo que deja poco margen de error.
- Favorecer a las empresas con fuertes posiciones de efectivo y ratios de deuda-capital por debajo de la media. La solidez de los flujos de caja y la gestión prudente de los activos dan a la empresa opciones en todo tipo de entornos de mercado.
3. Invertir a largo plazo
Lynch ha dicho que „si no hay muchas sorpresas, las acciones son relativamente predecibles durante 10-20 años. En cuanto a si van a estar más altos o más bajos en dos o tres años, bien podrías lanzar una moneda para decidirlo.” Puede parecer sorprendente escuchar tales palabras de una leyenda de Wall Street, pero sirve para resaltar lo plenamente que creía en sus filosofías. Mantenía su conocimiento de las empresas que poseía, y mientras la historia no cambiara, no vendía. Lynch no intentaba predecir el tiempo de mercado o la dirección de la economía en general.
De hecho, Lynch realizó una vez un estudio para determinar si la sincronización del mercado era una estrategia eficaz. Según los resultados del estudio, si un inversor hubiera invertido 1.000 dólares al año en el día más alto absoluto del año durante 30 años, de 1965 a 1995, ese inversor habría obtenido una rentabilidad compuesta del 10.6% para el periodo de 30 años. Si otro inversor también invierte 1.000 dólares al año durante el mismo periodo en el día más bajo del año, este inversor ganaría un 11.7% de rendimiento compuesto en un periodo de 30 años.
Por lo tanto, después de 30 años de la peor sincronización posible con el mercado, el primer inversor sólo se quedó atrás en sus rendimientos por un 1.1% al año. Por ello, Lynch cree que intentar predecir las fluctuaciones a corto plazo del mercado no merece la pena. Si la empresa es fuerte, ganará más y la acción se revalorizará. Al mantener la sencillez, Lynch permitió que su atención se centrara en la tarea más importante: encontrar grandes empresas.
Lynch acuñó el término „tenbagger” para describir una acción que se multiplica por diez, es decir, un 1000%. Estos son los valores que buscaba al dirigir el fondo Magellan. Regla No.1 para encontrar un tenbagger es no vender la acción cuando ha subido un 40% o incluso un 100%. Hoy en día, muchos gestores de fondos tratan de recortar o vender sus acciones ganadoras mientras aumentan sus posiciones perdedoras. Peter Lynch consideraba que esto equivalía a „tirar de las flores y regar las malas hierbas”.”
El resultado final
Aunque corría el riesgo de diversificar en exceso su fondo (poseía miles de acciones en determinados momentos), los resultados de Peter Lynch y su capacidad de selección de valores son dignos de mención. Se convirtió en un maestro en el estudio de su entorno y en la comprensión del mundo, tanto tal y como es como podría ser en el futuro. Aplicando sus lecciones y nuestras propias observaciones podemos aprender más sobre la inversión mientras interactuamos con nuestro mundo, haciendo que el proceso de invertir sea más agradable y rentable.
Fuentes del artículo
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