Qué es la vieja economía?
La vieja economía es un término que se utiliza para describir el sector azul que disfrutó de un crecimiento sustancial durante las primeras partes del siglo pasado a medida que la industrialización se expandía por todo el mundo. Estos sectores no dependen en gran medida de la tecnología o de los avances tecnológicos, sino que utilizan procesos que existen desde hace cientos de años. Incluso con el auge de la nueva economía, las empresas de la vieja economía siguen experimentando un crecimiento, aunque a un ritmo decreciente.
Vieja Economía vs. Nueva Economía
La vieja economía se diferencia de la nueva en que se basa en los métodos tradicionales de hacer negocios en lugar de aprovechar la nueva tecnología de vanguardia. Este sistema económico tradicional se remonta a la Revolución Industrial y gira en torno a la producción de bienes frente al intercambio de información. Los bienes comunes se valoran por factores medibles como los gastos de explotación y la escasez del producto.
Conclusiones clave
- La vieja economía se refiere a las industrias que no han cambiado significativamente a pesar de los avances tecnológicos.
- Ejemplos de industrias de la vieja economía son la siderurgia, la agricultura y la industria manufacturera.
- El cambio climático y las nuevas tecnologías afectan a la antigua economía, pero la mayoría de los procesos han sido los mismos durante cientos de años.
- Hay un límite a la ayuda que la nueva tecnología puede prestar a las industrias de la vieja economía, cuyas raíces se remontan a los sistemas económicos de la revolución industrial.
Aunque las empresas de la vieja economía han adoptado nuevas tecnologías, la innovación tiene un límite para ayudar al sector. Una gran parte de la producción en la industria manufacturera y la agricultura, por ejemplo, se ha beneficiado de la tecnología, pero sigue requiriendo la supervisión humana e incluso el trabajo manual para proceder.
De hecho, la noción de que es la vieja economía contra la nueva economía sigue demostrando ser incorrecta. En cambio, es una combinación de los dos. Las empresas de primer orden deben innovar sobre los métodos tradicionales de funcionamiento que crearon escala e influencia durante las generaciones anteriores. A medida que la antigua economía evolucionaba, sentaba las bases de lo que pronto sería la nueva economía.
Mientras la vieja economía sigue adoptando nuevas tecnologías, varios obstáculos pueden impedir que las instituciones tradicionales sigan avanzando. En muchos sentidos, las empresas de la vieja economía no necesitaron pensar de forma innovadora, ya que dominaron considerables cuotas de mercado durante varias décadas. Pero hoy en día, deben sustituir rápidamente las prácticas establecidas por las nuevas tecnologías para satisfacer las demandas modernas y encender la productividad.
Ejemplos de vieja economía
Los miembros de la vieja economía operan en sectores tradicionales como la siderurgia, la industria manufacturera y la agricultura, muchos de los cuales no dependen totalmente de la tecnología. A pesar de perder cuota de mercado en favor de las empresas de la nueva economía, siguen empleando a una gran parte de la población y contribuyen de forma significativa al producto interior bruto (PIB).
En los mercados financieros, los inversores suelen equiparar las empresas de la vieja economía con los valores de primera categoría, que ofrecen un crecimiento estable de los beneficios, una rentabilidad constante y un modesto pago de dividendos. Sin embargo, los ejemplos de la vieja economía van más allá e incluyen pequeños negocios, como la fabricación de pan, las granjas de caballos y el paisajismo.
Mientras tanto, los choques externos, como el cambio climático, suponen un problema para múltiples sectores de la vieja economía. La agricultura, en particular, podría experimentar una variación sustancial en la producción de cultivos si las condiciones meteorológicas siguen cambiando. Por último, el sector de la energía, que es otro ejemplo de industria de la vieja economía, está evolucionando rápidamente para incluir tecnologías más nuevas como la solar, la eólica y la hidráulica.