Qué es un tipo de cambio flotante?
Un tipo de cambio flotante es un régimen en el que el precio de la moneda de una nación lo fija el mercado de divisas en función de la oferta y la demanda en relación con otras monedas. Esto contrasta con un tipo de cambio fijo, en el que el gobierno determina total o predominantemente el tipo de cambio.
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Tipo de cambio flotante
Puntos clave
- Un tipo de cambio flotante es aquel que se determina por la oferta y la demanda en el mercado abierto.
- Un tipo de cambio flotante no significa que los países no intenten intervenir y manipular el precio de su moneda, ya que los gobiernos y los bancos centrales intentan regularmente mantener el precio de su moneda favorable para el comercio internacional.
- Un tipo de cambio fijo es otro modelo de moneda, y es cuando una moneda está vinculada o se mantiene al mismo valor en relación con otra moneda.
- Los tipos de cambio flotantes se hicieron más populares tras el fracaso del patrón oro y del acuerdo de Bretton Woods.
Cómo funciona un tipo de cambio flotante
Los sistemas de tipo de cambio flotante implican que las variaciones del precio de la moneda a largo plazo reflejan la fuerza económica relativa y los diferenciales de los tipos de interés entre los países.
Los movimientos a corto plazo en una moneda de tipo de cambio flotante reflejan la especulación, los rumores, las catástrofes y la oferta y la demanda diaria de la moneda. Si la oferta supera a la demanda, la moneda caerá, y si la demanda supera a la oferta, la moneda subirá.
Los movimientos extremos a corto plazo pueden dar lugar a la intervención de los bancos centrales, incluso en un entorno de tipos flotantes. Por ello, aunque la mayoría de las monedas mundiales se consideran flotantes, los bancos centrales y los gobiernos pueden intervenir si la moneda de un país se vuelve demasiado alta o demasiado baja.
Una moneda demasiado alta o demasiado baja podría afectar negativamente a la economía del país, afectando al comercio y a la capacidad de pagar las deudas. El gobierno o el banco central intentarán aplicar medidas para mover su moneda a un precio más favorable.
Tipos de cambio flotantes frente a fijos
Los precios de las divisas pueden determinarse de dos maneras: un tipo flotante o un tipo fijo. Como ya se ha mencionado, el tipo flotante suele determinarse en el mercado abierto a través de la oferta y la demanda. Por lo tanto, si la demanda de la moneda es alta, el valor aumentará. Si la demanda es baja, el precio de la moneda bajará.
Un tipo de cambio fijo o vinculado lo determina el gobierno a través de su banco central. El tipo de cambio se fija frente a otra moneda mundial importante (como el U.S. dólar, euro o yen). Para mantener su tipo de cambio, el gobierno comprará y venderá su propia moneda frente a la moneda a la que está vinculada. Algunos países optan por vincular sus monedas al dólar estadounidense.S. Entre los países con un dólar se encuentran China y Arabia Saudí.
Las monedas de la mayoría de las principales economías del mundo pudieron flotar libremente tras el colapso del sistema de Bretton Woods entre 1968 y 1973.
Historia de los tipos de cambio flotantes a través del Acuerdo de Bretton Woods
La Conferencia de Bretton Woods, que estableció un patrón oro para las monedas, tuvo lugar en julio de 1944. Se reunieron un total de 44 países, y los asistentes se limitaron a los aliados de la Segunda Guerra Mundial. La Conferencia creó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y estableció las directrices para un sistema de tipo de cambio fijo. El sistema estableció un precio del oro de 35 dólares por onza, y los países participantes vincularon su moneda al dólar. Se permitían ajustes de más o menos un uno por ciento. La U.S. El dólar se convirtió en la moneda de reserva a través de la cual los bancos centrales realizaban intervenciones para ajustar o estabilizar los tipos.
La primera gran grieta en el sistema apareció en 1967, con una corrida del oro y un ataque a la libra esterlina que llevó a un 14.3% de devaluación. El presidente Richard Nixon sacó a Estados Unidos del patrón oro en 1971.
A finales de 1973, el sistema se derrumbó y las monedas participantes pudieron flotar libremente.
Intento fallido de intervención en una moneda
En los sistemas de tipo de cambio flotante, los bancos centrales compran o venden sus monedas locales para ajustar el tipo de cambio. Esto puede tener como objetivo estabilizar un mercado volátil o lograr un cambio importante en el tipo de cambio. Los grupos de bancos centrales, como los de los países del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), suelen trabajar juntos en intervenciones coordinadas para aumentar el impacto.
Una intervención suele ser a corto plazo y no siempre tiene éxito. Un ejemplo destacado de intervención fallida tuvo lugar en 1992, cuando el financiero George Soros encabezó un ataque contra la libra esterlina. La moneda había entrado en el Mecanismo Europeo de Tipos de Cambio (MEC) en octubre de 1990; el MEC se diseñó para limitar la volatilidad de la moneda como paso previo al euro, que aún estaba en fase de planificación. Soros creía que la libra había entrado a un tipo de cambio excesivamente alto, y montó un ataque concertado contra la moneda. El Banco de Inglaterra se vio obligado a devaluar la moneda y a retirarse del MTC. La intervención fallida le costó a EE.K. El Tesoro informó de una devaluación de 3.3 mil millones. Soros, por su parte, ganó más de 1.000 millones de dólares.
Los bancos centrales también pueden intervenir indirectamente en los mercados de divisas subiendo o bajando los tipos de interés para influir en el flujo de fondos de los inversores hacia el país. Dado que los intentos de controlar los precios dentro de bandas estrechas han fracasado históricamente, muchas naciones optan por la libre flotación de su moneda y luego utilizan herramientas económicas para ayudar a empujarla en una dirección u otra si se mueve demasiado lejos para su comodidad.