Qué es una trampa alcista?
Una trampa alcista es una señal falsa, que se refiere a una tendencia descendente en una acción, índice u otro valor que se invierte después de un repunte convincente y rompe un nivel de soporte anterior. El movimiento „atrapa” a los operadores o inversores que actuaron sobre la señal de compra y genera pérdidas en las posiciones largas resultantes. Una trampa alcista también puede referirse a una pauta de giro.
Lo contrario de una trampa alcista es una trampa bajista, que se produce cuando los vendedores no presionan un descenso por debajo de un nivel de ruptura.
Puntos clave
- Una trampa para toros denota una inversión que obliga a los participantes del mercado en el lado equivocado de la acción del precio a salir de las posiciones con pérdidas inesperadas.
- Las trampas alcistas se producen cuando los compradores no apoyan un repunte por encima de un nivel de ruptura.
- Los operadores e inversores pueden reducir la frecuencia de las trampas alcistas buscando la confirmación tras una ruptura a través de indicadores técnicos y/o divergencias de patrones.
Cómo entender una trampa alcista
Una trampa alcista se produce cuando un operador o inversor compra un valor que rompe por encima de un nivel de resistencia, una estrategia común basada en el análisis técnico. Aunque muchas rupturas van seguidas de fuertes movimientos al alza, el valor puede invertir rápidamente su dirección. Se conocen como „trampas alcistas” porque los operadores e inversores que compraron la ruptura están „atrapados” en la operación.
Los operadores e inversores pueden evitar las trampas alcistas buscando confirmaciones tras una ruptura. Por ejemplo, un operador puede buscar un volumen superior a la media y velas alcistas tras una ruptura para confirmar que es probable que el precio suba. Una ruptura que genera un volumen bajo y velas indecisas -como una estrella doji- podría ser una señal de una trampa alcista.
Desde un punto de vista psicológico, las trampas alcistas se producen cuando los toros no consiguen apoyar un repunte por encima de un nivel de ruptura, lo que podría deberse a la falta de impulso y/o a la recogida de beneficios. Los osos pueden aprovechar la oportunidad para vender el valor si ven divergencias, haciendo caer los precios por debajo de los niveles de resistencia, lo que puede desencadenar órdenes de stop-loss.
La mejor manera de manejar las trampas alcistas es reconocer las señales de advertencia con antelación, como las rupturas de bajo volumen, y salir de la operación lo antes posible si se sospecha que se trata de una trampa alcista. Las órdenes de stop-loss pueden ser útiles en estas circunstancias, especialmente si el mercado se mueve rápidamente, para evitar que la emoción dirija la toma de decisiones.
Ejemplo de trampa alcista
En este ejemplo, el valor se vende y alcanza un nuevo mínimo de 52 semanas antes de rebotar bruscamente con un volumen elevado y de alcanzar la resistencia de la línea de tendencia. Muchos operadores e inversores se lanzan al movimiento, anticipando una ruptura por encima de la resistencia de la línea de tendencia, pero el valor revierte en la resistencia y gira bruscamente a la baja desde estos niveles. Los nuevos toros quedan atrapados en operaciones largas e incurren en pérdidas rápidas, a menos que se apliquen técnicas agresivas de gestión del riesgo.
El operador o inversor podría haber evitado la trampa alcista esperando a que se produjera una ruptura antes de comprar el valor, o al menos mitigar las pérdidas estableciendo una orden de limitación de pérdidas ajustada justo por debajo del nivel de ruptura.