Qué es una regla general?
Una regla empírica es una pauta heurística que proporciona un consejo simplificado o un conjunto de reglas básicas en relación con un tema o un curso de acción concreto. Es un principio general que da instrucciones prácticas para realizar o abordar una determinada tarea. Normalmente, las reglas empíricas se desarrollan como resultado de la práctica y la experiencia, más que a través de la investigación científica o de una base teórica.
Puntos clave
- Una regla empírica es un consejo práctico informal que proporciona reglas simplificadas que se aplican en la mayoría de las situaciones.
- Hay muchas reglas empíricas en finanzas que orientan sobre cuánto ahorrar, cuánto pagar por una casa, dónde invertir, etc.
- Las reglas empíricas no son científicas y no tienen en cuenta las circunstancias y necesidades individuales de una persona, por lo que pueden no ser aplicables a su situación particular.
Entender las reglas empíricas
Los inversores pueden estar familiarizados con una serie de "reglas financieras generales" que pretenden ayudar a las personas a aprender, recordar y aplicar las directrices financieras. Estas reglas empíricas se refieren a métodos y procedimientos para ahorrar, invertir, comprar una casa y planificar la jubilación. Aunque una regla empírica puede ser apropiada para un público amplio, puede no aplicarse universalmente a cada individuo y a un conjunto único de circunstancias.
La Regla del 72 es una fórmula tan rápida y útil que se utiliza popularmente para estimar el número de años necesarios para duplicar el dinero invertido a una tasa de rendimiento anual determinada. Mientras que las calculadoras y las hojas de cálculo tienen funciones incorporadas para calcular con precisión el tiempo necesario para duplicar el dinero invertido, la regla del 72 resulta útil para hacer cálculos mentales y calcular rápidamente un valor aproximado.
Ejemplos de reglas financieras
Existen varias reglas empíricas financieras muy conocidas que sirven de orientación a los inversores, como las siguientes:
- La compra de una vivienda debe costar menos de una cantidad equivalente a dos años y medio de tus ingresos anuales.
- Ahorre al menos el 10-15% de sus ingresos para la jubilación.
- Tenga al menos cinco veces su salario bruto en el seguro de vida por fallecimiento.
- Pague primero sus tarjetas de crédito con mayor interés.
- El mercado de valores tiene una rentabilidad media a largo plazo del 10%.
- Debe tener un fondo de emergencia equivalente a seis meses de gastos domésticos.
- Su edad representa el porcentaje de bonos que debe tener en su cartera.
- Su edad restada de 100 representa el porcentaje de acciones que debería tener en su cartera.
- Una cartera equilibrada es un 60% de acciones y un 40% de bonos.
También hay reglas empíricas para determinar el patrimonio neto que se necesita para jubilarse cómodamente a una edad normal. Es el cálculo que nuestro equipo utiliza para determinar su patrimonio neto:
- Si tiene un empleo y percibe ingresos: ((su edad) x (ingresos anuales del hogar)) / 10.
- Si no tienes ingresos o eres estudiante: ((tu edad – 27) x (ingresos anuales del hogar)) / 10.
Tome las reglas empíricas con un grano de sal
Aunque las reglas empíricas son útiles para las personas como directrices generales, pueden ser demasiado simplificadas en muchas situaciones, lo que lleva a subestimar o sobrestimar las necesidades de una persona. Las reglas empíricas no tienen en cuenta las circunstancias o factores específicos que se dan en un momento determinado, o que podrían cambiar con el tiempo, y que deben tenerse en cuenta para tomar decisiones financieras acertadas.
Por ejemplo, en un mercado de trabajo difícil, un fondo de emergencia de seis meses de gastos domésticos no tiene en cuenta la posibilidad de un desempleo prolongado. Otro ejemplo es que la compra de un seguro de vida basado en un múltiplo de los ingresos no tiene en cuenta las necesidades específicas de la familia superviviente, que incluyen una hipoteca, la necesidad de financiación de la universidad y una renta de supervivencia ampliada para el cónyuge que no trabaja.