Qué es una oferta ciega?
El término oferta ciega se refiere a una oferta realizada por los inversores para comprar una cesta de valores sin saber qué valores se incluyen o su coste. Los inversores institucionales y los gestores de carteras suelen realizar ofertas ciegas. Los profesionales financieros suelen utilizar este tipo de ofertas cuando no quieren influir en el precio global de mercado de los valores de una cesta. Ejecutar estas operaciones sin conocer las variables que intervienen puede ser bastante arriesgado para los operadores.
Puntos clave
- Una oferta ciega es una oferta de compra de una cesta de valores sin conocer la composición o el coste de cada uno de ellos.
- Los inversores institucionales y los gestores de carteras suelen realizar este tipo de pujas.
- Una oferta ciega es arriesgada, ya que los inversores no conocen la composición de la cesta y pueden acabar poseyendo valores sin valor.
- Los inversores institucionales utilizan las ofertas ciegas para evitar influir en el mercado en general o incurrir en el coste de encontrar y ejecutar operaciones de compra y venta específicas.
- La puja ciega también se utiliza habitualmente en el sector inmobiliario, las subastas y la adjudicación de contratos públicos a contratistas independientes.
Cómo entender las ofertas ciegas
Las pujas son ofertas que realizan varios creadores de mercado -personas o empresas- para comprar y vender diferentes activos. Suele aplicarse a diversas inversiones como acciones y bonos. En la mayoría de los casos, cuando un inversor individual o institucional decide hacer una oferta de compra de un valor, anota la cantidad de valor que desea comprar y el precio que está dispuesto a pagar para ejecutar la transacción. Por ejemplo, un operador puede presentar una oferta de compra de 100 acciones de la empresa ABC a un precio de 25 dólares por acción.
Hay algunos casos en los que el inversor no tiene ningún conocimiento de los activos por los que puja. Estos casos se denominan ofertas ciegas. Una oferta ciega es una oferta de compra de un paquete de valores en la que el inversor no conoce los valores exactos que se van a comprar. Los operadores no conocen necesariamente los nombres de los valores o activos, y pueden incluso no tener conocimiento de los precios de cada uno. No disponen realmente de esta información hasta que se ejecuta la operación.
Como se ha señalado anteriormente, estas ofertas son utilizadas habitualmente por los inversores institucionales y los gestores de carteras que realizan operaciones para múltiples clientes. Utilizan estas ofertas para evitar influir en el mercado en general o incurrir en el coste de encontrar y ejecutar operaciones de compra y venta específicas. Esto permite negociar un libro de valores sin conocer el número de valores de la cartera y su valor teórico. Cuanto mayor sea la operación de oferta ciega, mayor será la prima de riesgo asociada a los valores subyacentes.
Aunque no haya un impacto directo en el precio de los valores implicados, las ofertas ciegas conllevan en última instancia un mayor riesgo de base. Esto se debe a que el inversor que hace la oferta desconoce la composición de las inversiones por las que puja. El riesgo es que los inversores acaben poseyendo títulos sin valor.
Los inversores institucionales realizan operaciones de cesta (órdenes de compra y venta de valores al mismo tiempo) para evitar cambiar la asignación de activos en sus carteras gestionadas a causa de los movimientos de los precios.
Consideraciones especiales
Los inversores institucionales consideran la compra de valores de forma diferente a los inversores particulares. Los inversores particulares se fijan en factores como la liquidez, la volatilidad y las noticias de la empresa para determinar el precio a pagar, mientras que los inversores institucionales realizan operaciones de cientos de millones de dólares y afectan a carteras enteras de valores. La práctica es similar a comprar un almacén abandonado sin saber lo que hay dentro, pero teniendo una buena idea de lo que se puede esperar en general.
Otros tipos de ofertas ciegas
Además de la negociación de valores, las pujas ciegas tienen lugar en otras partes de los mercados financieros.
- Ofertas inmobiliarias: Los compradores pueden hacer ofertas ciegas para propiedades en el mercado inmobiliario. Cuando un bien se pone en venta, varias partes pueden hacer ofertas de compra al mismo tiempo sin saber cuánto están dispuestas a pagar las demás partes interesadas. No hay transparencia en este proceso, por lo que el precio de venta (y de adjudicación final) puede dispararse, ya que los compradores potenciales tienen que adivinar lo que les hará ganar.
- Subastas: Las subastas son ventas en las que los compradores intentan superar sus ofertas por un bien o servicio. El individuo con la oferta más alta gana. Las subastas que implican ofertas ciegas ocultan el valor de todas las ofertas presentadas por los posibles compradores. Al igual que las ofertas ciegas en el sector inmobiliario, esto implica algunas conjeturas, donde el postor debe decidir cuánto pagar para ganar la subasta.
- Proyectos de infraestructuras: Los gobiernos suelen utilizar un proceso de licitación ciega para adjudicar contratos para diversos proyectos, como mejoras de infraestructuras o proyectos de tecnología de la información. Se envían invitaciones a contratistas independientes que, a su vez, envían propuestas con la cantidad que están dispuestos a aceptar como pago por el trabajo. Las ofertas se sellan y se mantienen en secreto hasta la fecha de vencimiento, cuando se declara un ganador, normalmente el que tiene la cifra más baja en dólares. Esto permite a todos los participantes tomar parte en un proceso justo.
Ejemplo de oferta ciega
Se puede presentar una oferta ciega que revele sólo las características generales de una cartera de valores, como su beta, volatilidad y otros atributos sin enumerarlos específicamente. Supongamos que la cartera tiene una volatilidad muy baja y está formada por bonos.
Un inversor institucional puede buscar inversiones de renta fija con baja volatilidad y encontrarse con la oferta ciega. Dado que simplemente buscan reducir el riesgo en su cartera, pueden optar por comprar el libro de valores sin conocer los componentes individuales. Las características de la cartera pueden sugerir que se compone de bonos corporativos y/o valores gubernamentales de alta calificación, por lo que la oferta ciega puede ofrecer un valor convincente.
El resultado final
Una oferta ciega es una oferta de compra de un conjunto de valores sin conocer los valores exactos que se compran. Aunque los inversores particulares nunca harían una operación de este tipo, estas transacciones son habituales entre los inversores institucionales que se preocupan más por las características de una cartera que por sus componentes individuales.
Las pujas a ciegas conllevan un riesgo de base importante, que es el riesgo de que el inversor acabe teniendo activos subyacentes que no son comparables a la cartera de inversión a la que el inversor buscaba exponerse inicialmente. La posibilidad de que estos instrumentos no estén correlacionados negativamente aumenta el riesgo de que se produzcan ganancias o pérdidas excesivas en una estrategia de cobertura, lo que en última instancia aumentaría el umbral de riesgo más allá de la tolerancia al riesgo del inversor. El riesgo de base puede encontrarse en ciertas operaciones de contratos de derivados personalizados que implican diferentes divisas, perfiles de volatilidad o betas.
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