Qué es un microgestor?
Un microgestor es un jefe o gestor que supervisa en exceso a los empleados. Un microgestor, en lugar de decir a un empleado qué tarea debe realizar y cuándo, observará de cerca las acciones del empleado y le criticará con frecuencia su trabajo y sus procesos.
Puntos clave
- Un microgestor adopta un estilo de gestión empresarial que se centra en el rendimiento diario de los equipos y trabajadores individuales.
- Aunque la microgestión puede producir alguna respuesta inmediata, tiende a bajar la moral de la empresa y crea un lugar de trabajo hostil.
- Una vez identificado, un microgestor puede tomar medidas para mejorar su estilo de liderazgo y adoptar un enfoque más macro.
Entender a los microgestores
La microgestión es una forma de liderazgo que puede producir resultados a corto plazo, pero perjudica la moral de los empleados y de la empresa con el tiempo. Por lo general, la microgestión tiene una connotación negativa porque el empleado puede sentir que el microgestor es condescendiente con él, debido a la falta de confianza que percibe en la competencia del empleado.
Además, un directivo que aplica este estilo de gestión crea un entorno en el que su equipo desarrolla inseguridad y falta de confianza en su trabajo. En ausencia del gestor, el equipo puede tener dificultades para funcionar.
Un microgestor suele emplear la mayor parte de su tiempo en supervisar el trabajo de sus subordinados directos y en exagerar la importancia de los detalles menores ante los subordinados; un tiempo que podría haberse empleado en hacer otras cosas importantes. Aunque los demás miembros de la empresa reconocen fácilmente la microgestión, es posible que el microgestor no se considere a sí mismo como tal.
En contraste con un microgestor, un macrogestor es más eficaz en su enfoque de gestión. El macrodirectivo define tareas amplias para que los subordinados directos las realicen y luego los deja solos para que hagan su trabajo. Los macrodirectivos confían en que el equipo puede realizar la misma tarea sin que se les recuerde continuamente el proceso.
Signos de microgestión
Los signos de la microgestión son, entre otros, los siguientes
- Pedir que se le envíe una copia de cada correo electrónico
- Ocuparse del trabajo asignado a los demás y, por tanto, asumir más trabajo del que pueden manejar porque creen que pueden hacerlo mejor
- Mirar por encima de los hombros del equipo (tanto en sentido literal como figurado) para controlar en qué trabaja cada miembro
- Pedir constantemente información actualizada sobre la situación
- Querer saber en qué trabaja cada miembro del equipo en todo momento
- Delegar no sólo lo que hay que hacer, sino cómo debe hacerse, sin dejar espacio para que el equipo tome su propia iniciativa
- No estar nunca satisfecho con los resultados
- Centrarse en detalles que no son importantes
A partir de la lista anterior, es fácil entender que un micromanager tiene dificultades para cumplir los plazos, ya que el trabajo debe rehacerse repetidamente y se pierde un tiempo valioso en detalles intrascendentes. Los miembros del equipo acaban por frustrarse y resentirse, ya que su trabajo se ve menoscabado en cada etapa y no tienen autonomía para dirigir un proyecto asignado. Debido a que las habilidades de los miembros del equipo y su desarrollo en el trabajo están atrofiados, el estilo de liderazgo de microgestión es ineficaz.
Formas de reformar un micromanager
Un microgestor que se haya identificado como tal puede tomar una serie de medidas para acabar con este hábito:
- Establecer un par de métricas que definan el éxito de cualquier proyecto. Ignorar cualquier otro detalle que no esté definido.
- Delegar el „qué” hay que hacer y dejar de lado el „cómo”.”
- Tener una política de puertas abiertas para que los miembros del equipo puedan utilizar el coaching o la orientación adicional siempre y cuando lo deseen.
- Establecer un plazo para cada etapa de un proyecto asignado, después del cual se debe realizar una reunión con un plazo razonable para recibir actualizaciones sobre el trabajo.