Definición de mercado lento

Qué es un mercado lento?

Un mercado lento es un mercado con bajos volúmenes de negociación y/o baja volatilidad, o un mercado en el que las órdenes de negociación no se ejecutan con la mayor rapidez posible. También puede utilizarse para describir un mercado con pocas ofertas públicas iniciales (OPI) o secundarias en el mercado de valores, o nuevas emisiones en el mercado de bonos corporativos.

Puntos clave

  • Un mercado lento es un mercado con bajos volúmenes de negociación, precios deprimidos y/o baja volatilidad.
  • En un mercado lento, hay pocas ofertas públicas iniciales, ofertas secundarias o nuevas emisiones en los mercados de bonos.
  • Los mercados lentos dificultan la obtención de beneficios por parte de los inversores y operadores, ya que el mercado no se mueve de forma significativa en ninguna dirección.
  • Los mercados lentos son causados por el escaso flujo de noticias que desencadenan los movimientos del mercado o después de los grandes movimientos del mercado cuando éste se consolida.
  • La compra de una vivienda en un mercado lento puede ser ventajosa para un comprador debido a los precios más bajos y al aumento de los incentivos, pero no es económicamente beneficiosa para un vendedor.

Cómo entender un mercado lento

Un mercado lento es aquel en el que la actividad financiera general disminuye en comparación con la actividad normal del mercado. A menudo se produce en entornos en los que hay poco flujo de noticias para desencadenar movimientos del mercado, o después de grandes movimientos del mercado, cuando a menudo se describen como en un rango de consolidación ajustado. Los mercados pueden pasar largos periodos de tiempo en los que se consolidan las tendencias pasadas y se reducen los niveles de volatilidad.

Los mercados lentos experimentan pocos cambios en los precios, por lo que se recomienda que los vendedores no vendan durante un mercado lento, lo que reforzaría aún más la inmovilidad de los precios. Por ello, los mercados lentos suelen considerarse mercados sin liquidez.

Operaciones financieras en un mercado lento

Los operadores que prosperan con la volatilidad y el volumen, como los creadores de mercado, los operadores de alta frecuencia y los operadores de impulso, detestan los mercados lentos que operan de forma lateral, en lugar de tender o moverse entre bandas de soporte y resistencia definidas en mercados de amplio rango. Es difícil ganar dinero cuando el mercado no se mueve en ninguna dirección real y se queda atascado en rangos de negociación relativamente estrechos.

Los mercados lentos, o planos, suponen un obstáculo adicional para las estrategias de impulso, ya que se basan en las rupturas de compra y las rupturas de venta. Los rangos de negociación alteran este enfoque, ya que los intentos de superar la resistencia o caer por debajo del soporte suelen atraer retrocesos que pueden castigar las nuevas posiciones con pérdidas repentinas.

Los operadores de impulso suelen reducir la frecuencia de sus operaciones y el tamaño de sus posiciones durante los mercados lentos, y buscan valores o sectores en los mercados lentos que sigan mostrando una fuerte tendencia que se aleje de los índices en rango.

Bienes inmuebles en un mercado lento

La compra de una vivienda en un mercado lento es un movimiento ventajoso, ya que los vendedores suelen poner un precio más bajo a sus viviendas que en un mercado normal y activo. Además, como los vendedores quieren vender lo antes posible, debido a los costes de mantenimiento, hacen que la compra de su casa sea más atractiva en un mercado lento ofreciendo incentivos, como el pago de los costes de cierre y las reparaciones.

Como los compradores no suelen comprar en un mercado lento, es más probable que los vendedores acepten una oferta por debajo del precio de venta. Además, como el mercado es lento, hay más tiempo para buscar y ver lo que hay disponible antes de tomar una decisión.

A la inversa, por las razones anteriores, vender una casa en un mercado lento no es aconsejable; sin embargo, muchos propietarios acaban teniendo que vender en un momento determinado por múltiples razones, e.g. ya habían iniciado el proceso de compra de otra casa, están en medio de una mudanza, necesitan el dinero en efectivo por una razón particular, o ya no pueden pagar su hipoteca debido a una pérdida de empleo u otro contratiempo financiero.

Los vendedores tienen que entender que, al vender una casa en un mercado lento, el valor esperado de su casa o el precio que tenía antes de que el mercado se ralentizara ya no es relevante. Esto puede ser difícil de entender, pero es importante ajustarse a ello rápidamente, ya que de lo contrario su casa no se venderá.

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