Qué es una mancuerna?
Una estrategia de inversión de mancuernas, también conocida como estrategia de inversión de „mancuernas”, implica la compra de una combinación de bonos con vencimientos cortos y largos para proporcionar un flujo de ingresos constante y fiable. Pretende ofrecer la flexibilidad de los bonos a corto plazo además de los rendimientos generalmente más altos asociados a los bonos a largo plazo.
Puntos clave
- El enfoque de la mancuerna consiste en comprar una mezcla de bonos a corto y largo plazo.
- Es lo contrario del llamado enfoque „bullet”, que consiste en comprar bonos de vencimientos intermedios.
- La ventaja del enfoque de la mancuerna es que puede ofrecer tanto rendimientos relativamente altos como una liquidez razonable.
Cómo funcionan las mancuernas
Para aplicar una estrategia de mancuernas, un inversor compraría selectivamente bonos con vencimientos a corto y largo plazo, evitando los valores con plazos intermedios. La idea detrás de este enfoque es beneficiarse de los mejores aspectos de los bonos a corto y largo plazo.
Normalmente, los bonos a largo plazo ofrecen rendimientos más altos, como compensación por los mayores riesgos de inflación y de tipos de interés asociados a la estructura a largo plazo. Por otro lado, los bonos a corto plazo ofrecen a los inversores más liquidez y, por tanto, menos exposición a esos riesgos. A cambio, los bonos a corto plazo suelen ofrecer rendimientos más bajos.
Al utilizar una estrategia de mancuernas, los inversores tratan de obtener un equilibrio óptimo de estas dos ventajas. Si los tipos de interés empiezan a subir, los bonos a corto plazo pueden reinvertirse en bonos de mayor rendimiento cuando venzan. Asimismo, si los tipos bajan, los bonos a largo plazo seguirán dando un rendimiento constante y cada vez más atractivo. Otra ventaja de este enfoque es que los bonos a corto plazo del inversor pueden utilizarse para cubrir cualquier compra grande o emergencia imprevista, mientras que una cartera de bonos a largo plazo no tendría liquidez durante muchos años.
Una de las desventajas de la estrategia de la mancuerna es que debe ser gestionada activamente, ya que el inversor debe adquirir regularmente nuevos bonos para reemplazar sus tenencias a corto plazo. Si los tipos de interés bajan, los ingresos por intereses de la cartera pueden no ser lo suficientemente altos como para justificar el tiempo adicional necesario para aplicar la estrategia. Además, el volumen relativamente alto de transacciones hace que el enfoque dumbbell sea más caro en términos de comisiones que otros enfoques más pasivos.
En el contexto de la renta fija institucional, las estrategias de utilizar carteras „bullet” o „barbell” suelen tener una intención diferente. Esto se debe a que la construcción de múltiples carteras utilizando diferentes vencimientos a lo largo de la curva de rendimiento puede lograr cada una de ellas los mismos o similares flujos de caja o rendimiento al vencimiento (YTM) que las demás.
Lo que sí cambiará es la duración modificada de esas carteras, una medida importante de la sensibilidad a los precios y la exposición al riesgo para las grandes participaciones institucionales que significa muy poco para el pequeño inversor. Aunque es una herramienta esencial de gestión del riesgo para los profesionales de la renta fija, tiene poco impacto práctico en las carteras más pequeñas.
Ejemplo real de una mancuerna
Dorothy es una empresaria de éxito que ha decidido recientemente jubilarse. Después de vender su negocio, obtuvo una gran posición de efectivo de 2 millones de dólares. Deseosa de generar un rendimiento de este efectivo, Dorothy decidió invertir la mitad de su efectivo en una cartera de bonos siguiendo la estrategia de inversión de la mancuerna.
Dorothy decide invertir la mitad de su asignación de bonos, es decir, 500.000 dólares, en bonos a corto plazo con vencimientos de sólo 3 meses. Aunque estos bonos ofrecen un tipo de interés muy bajo, dan a Dorothy la oportunidad de responder rápidamente si los tipos de interés suben, lo que le permite reinvertir los ingresos en bonos de mayor rendimiento a su vencimiento.
Además, los cortos vencimientos de los bonos significan que tendrá regularmente acceso a su efectivo, reduciendo el riesgo de iliquidez por emergencias o gastos imprevistos. Para los 500.000 dólares restantes, Dorothy invierte en bonos a largo plazo con vencimientos de entre 10 y 30 años. Aunque estos bonos ofrecen una liquidez muy limitada, también ofrecen unos tipos de interés significativamente más altos que sus participaciones a tres meses, lo que aumenta los ingresos totales que puede generar en su cartera.