Definición de la visión de la inversión

Qué es una vista de inversión?

Una visión de la inversión da cuenta de cómo un individuo o una empresa percibe el mercado junto con los procesos de toma de decisiones subyacentes que conducen a una inversión. La visión de la inversión suele tener en cuenta el entorno externo del mercado, así como los recursos disponibles y el perfil de riesgo. Un punto de vista de la inversión examinará una inversión o un proyecto para determinar si existe una relación atractiva entre riesgo y recompensa.

Puntos clave

  • Una visión de la inversión describe las perspectivas de mercado de un inversor y su percepción de los costes frente a los costes de la inversión. beneficios de una posible inversión.
  • La visión de la inversión variará en función de los factores macroeconómicos, de los fundamentos de una determinada inversión y del propio perfil de riesgo del inversor y de los fondos disponibles para invertir.
  • Tener una visión clara de la inversión puede hacer que la elección de las inversiones sea más fácil y eficaz.

Cómo entender las visiones de inversión

Una visión de inversión es la mejor manera de asegurarse de tomar las mejores decisiones para su hogar o negocio. Algunos inversores pueden buscar „valor”, que determinan observando la relación precio-beneficio (P/E) de una empresa en comparación con la norma del sector, mientras que otros pueden buscar acciones fiables que produzcan dividendos. Por supuesto, a medida que la gente envejece o experimenta otros cambios materiales en la vida, su visión de la inversión suele cambiar.

Tener una visión firme y clara de la inversión puede ayudar a los inversores a maximizar los beneficios al centrar sus esfuerzos en inversiones que conocen y comprenden. En esencia, una visión sólida de la inversión abarcará ideas generales, como el potencial de beneficios y la tolerancia al riesgo, así como elementos más específicos como las industrias y los sectores económicos preferidos.

Cómo funciona una vista de inversión

La visión de la inversión difiere de una situación a otra, pero siempre mantiene el objetivo de inversión como base de su análisis. El objetivo de la inversión es la meta principal de la misma, y esta meta dependerá de muchos factores. Los objetivos de inversión financiera más comunes son la seguridad, los ingresos y el crecimiento. Estos objetivos suelen ser mutuamente excluyentes, por lo que el inversor debe elegir un objetivo para formar su visión de la inversión.

Las decisiones empresariales pueden tener varios motivos diferentes para su construcción de una marca o la reducción de los posibles entrantes en el sector. Sin embargo, cuando se adopta un punto de vista de inversión, habrá una mirada estructurada a la relación coste-rendimiento.

Diferentes visiones de la inversión

Si la seguridad es el factor subyacente en su visión de la inversión, es posible que desee realizar inversiones conservadoras. Estas inversiones conservadoras incluyen los valores emitidos por el gobierno en sistemas económicos estables, los bonos corporativos emitidos por empresas grandes y estables, las letras del Tesoro (T-Bills), los certificados de depósito (CD) o los bonos municipales y gubernamentales de renta fija. Las inversiones más seguras suelen tener la menor tasa de rendimiento de los ingresos o la rentabilidad.

Si, en cambio, su visión es de alto riesgo y alta recompensa, apostar por acciones de crecimiento sin ganancias actuales pero con mucho potencial podría ser su estrategia. El apalancamiento de las apuestas con contratos de derivados también puede encajar en una visión más especulativa de la inversión.

Consideraciones especiales

Una visión de inversión bajista se asocia normalmente con una perspectiva negativa del mercado, con los bajistas apostando por que el mercado caerá. Como son pesimistas en cuanto a la dirección del mercado, los osos utilizan diversas técnicas que, a diferencia de las estrategias de inversión tradicionales, se benefician cuando el mercado cae y pierden dinero cuando sube.

La más común de estas técnicas se conoce como venta en corto. Esta estrategia representa la inversa de la mentalidad tradicional de compra-baja-venta-alta de la inversión. Los vendedores en corto compran a la baja y venden a la alta, pero en orden inverso, vendiendo primero y comprando después una vez que -esperan- el precio haya bajado.

Una visión alcista sería, en cambio, indicativa de una perspectiva optimista, con la expectativa de subidas de precios. Los inversores que adoptan un enfoque alcista compran valores bajo el supuesto de que pueden venderlos más tarde a un precio más alto. Los alcistas son inversores optimistas que intentan beneficiarse del movimiento alcista de las acciones, con ciertas estrategias adecuadas a esa teoría.

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