¿Qué es la tasa de carga??
El índice de carga consiste en los costes indirectos asociados a los empleados, o al inventario, por encima de la remuneración bruta o los costes de la nómina. Los costes típicos asociados a la tasa de carga incluyen los impuestos sobre la nómina, la compensación de los trabajadores, el seguro médico, el tiempo libre remunerado, la formación, los gastos de viaje, las vacaciones y las bajas por enfermedad, las contribuciones a la pensión y otras prestaciones.
En resumen, el índice de carga proporciona una imagen más real de los costes totales absorbidos que los costes salariales por sí solos. No debe confundirse con la carga fiscal de una persona o empresa.
Puntos clave
- El índice de carga se refiere al coste total que supone para una empresa la contratación y el mantenimiento de un empleado más allá de su compensación directa en forma de salario.
- Las tasas de carga incluirán elementos como la formación, las prestaciones complementarias, las bajas por enfermedad y las contribuciones a la pensión, entre otros.
- Muchos de los costes asociados a la tasa de carga, como los impuestos sobre la nómina y las deducciones de la seguridad social, son obligatorios para el gobierno. Otros, como las cotizaciones a la pensión, pueden ser opcionales.
Cómo funciona la tasa de carga
La tasa de carga tiene en cuenta todos los costes auxiliares, indirectos e incidentales de la contratación y retención de un trabajador que a menudo no son evidentes. Dado que los costes laborales totales (incluida la tasa de carga) pueden ser hasta un 50% más altos que los costes salariales básicos por sí solos, es necesario calcular la tasa de carga con precisión para obtener una mejor imagen de la rentabilidad y la eficiencia por trabajador.
La tasa de carga se compone únicamente de los costes que van más allá del salario base o de la remuneración asociada del empleado y suele considerarse un coste oculto del mantenimiento de un empleado. El índice de carga incluye las obligaciones adicionales asociadas a los costes de los empleados, como los seguros obligatorios por ley, las prestaciones adicionales y los permisos remunerados.
Costes de la tasa de carga requerida
Los gastos más comunes de la tasa de carga son los diversos impuestos sobre la nómina, como los asociados a la Seguridad Social, Medicare, el desempleo y cualquier compensación de los trabajadores exigida adicionalmente por el gobierno federal o el estado en el que opera la empresa.
Si una empresa tiene más de un tamaño determinado, puede haber gastos obligatorios adicionales, como la oferta de asistencia sanitaria que debe proporcionarse a cada empleado. Dependiendo de la ubicación de la empresa, puede haber impuestos locales adicionales sobre las nóminas o la formación laboral.
Algunas empresas utilizan la información relativa a los costes de carga requeridos para determinar dónde elegirán operar. Por ejemplo, ciertos costes pueden variar drásticamente de un estado a otro, lo que puede hacer que diferentes lugares sean más o menos atractivos para llevar a cabo negocios.
Costes opcionales de la tasa de carga
Otras prestaciones también pueden considerarse costes de carga. Puede incluir las prestaciones de jubilación y las cuentas relacionadas con la salud, incluida la oferta básica de asistencia sanitaria (si una empresa no está obligada a proporcionar prestaciones al empleado en particular), las cuentas de gastos flexibles o las cuentas de ahorro para la salud, la atención dental, la atención oftalmológica y los programas de medicamentos recetados. Si se proporcionan fondos para un vehículo de la empresa o un teléfono móvil, deben incluirse en los cálculos de los costes de la carga.
Además, cualquier oferta de comida o bebida, actividades de bienestar, costes de formación, alojamiento en viajes de negocios y uniformes requeridos pueden añadirse si los servicios son proporcionados por la empresa.