Qué es la relación empleo-población?
La relación entre el empleo y la población, también conocida como „relación entre el empleo y la población”, es una estadística macroeconómica que mide la mano de obra civil actualmente empleada frente a la población total en edad de trabajar de una región, municipio o país. Se calcula dividiendo el número de personas empleadas entre el total de personas en edad de trabajar, y se utiliza como métrica del trabajo y el desempleo.
Puntos clave
- La relación empleo-población es una medida del número de personas empleadas frente al total de la población en edad de trabajar.
- Las variaciones estacionales y las fluctuaciones laborales a corto plazo no afectan a la relación empleo-población.
- A diferencia de la tasa de paro, la relación empleo-población incluye a los desempleados que no buscan trabajo.
Entender la relación empleo-población
En comparación con otras medidas de la participación de la población activa, la relación empleo-población no se ve tan afectada por las variaciones estacionales o las fluctuaciones a corto plazo del mercado laboral. Por ello, suele considerarse un indicador más fiable de la reducción o el crecimiento del empleo que la tasa de paro.
Si hay 50 millones de personas empleadas en una zona con 75 millones de personas en edad de trabajar, la relación empleo-población es del 66.7%. El cálculo es el siguiente:
Población totalFuerza laboral empleada
Esta medida es similar a la tasa de participación de la población activa, que mide la población activa total -y no sólo la parte de la población activa ya empleada, como hace la tasa de desempleo- dividida por la población total.
La fuerza laboral civil es un término utilizado por la U.S. Bureau of Labor Statistics (BLS) para referirse a los estadounidenses que se consideran empleados o desempleados. Los que no se incluyen en el recuento de la población activa son el personal militar, los empleados del gobierno federal, los jubilados, los trabajadores discapacitados o desanimados y algunos trabajadores agrícolas.
La relación empleo-población no tiene en cuenta las horas trabajadas, por lo que no distingue entre trabajadores a tiempo parcial y a tiempo completo.
Desventajas de la relación empleo-población
La relación empleo-población no incluye a la población institucionalizada, como las personas internadas en hospitales psiquiátricos y prisiones, ni a las personas que estudian una carrera. Tampoco tiene en cuenta el trabajo clandestino.
La relación empleo-población tampoco tiene en cuenta a las personas que tienen más o menos edad para trabajar pero siguen haciéndolo, como las niñeras, los actores infantiles o los jubilados pluriempleados. Estos trabajadores pueden contarse en el lado de los „empleados” de la ratio, pero no pueden incluirse en el número total de personas en edad de trabajar. En consecuencia, su empleo aumenta de forma inexacta la ratio.
La relación empleo-población frente a. la tasa de desempleo
No es de extrañar que, basándose en las características señaladas anteriormente, la relación entre el empleo y la población no esté directamente relacionada con la tasa de desempleo. Por ejemplo, en febrero de 2020 la relación empleo-población era del 61.1%, pero la tasa de desempleo fue sólo del 3.5%. En conjunto, estas cifras sólo representan el 64.6% de la población. Esto plantea necesariamente la cuestión de qué pasó con el tercio restante de la población.
La mayor discrepancia entre estas dos cifras se debe a que la cifra de desempleo no indica el número de personas sin empleo. Las personas que quieren un trabajo pero han renunciado a encontrarlo no se incluyen en la cifra de desempleo del país. La tasa de desempleo suele indicar únicamente el número de desempleados que buscan activamente un trabajo. Tampoco incluye a los que han agotado sus prestaciones de desempleo, lo que puede inflar artificialmente la relación empleo-población.
Las personas que se han jubilado anticipadamente y las que han decidido volver a estudiar para mejorar sus perspectivas laborales no se tienen en cuenta en la cifra de desempleo. Sin embargo, su ausencia de la población activa se tiene en cuenta en la relación empleo-población.
Además, aunque el E/P intenta „cuantificar” las cifras de empleo, no „califica” la naturaleza de esa cifra. Esto significa que si 100.000 personas con títulos de posgrado y décadas de experiencia laboral fueran despedidas de puestos de trabajo que pagan 200.000 dólares al año y luego fueran recontratadas para abastecer las estanterías de una cadena nacional de supermercados por 15.000 dólares al año, la relación empleo-población se vería estable, aunque el impacto económico sería devastador.
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