Definición de la recomendación global

Qué es la recomendación de la hipoteca global?

Una recomendación general es una recomendación de compra o venta enviada por un profesional o institución financiera a todos los clientes. Este asesoramiento para comprar o vender un valor o producto concreto se distribuye de forma indiscriminada, sin tener en cuenta si el activo concreto es ideal o incluso compatible con los objetivos de inversión o la tolerancia al riesgo del cliente individual.

Puntos clave

  • Una recomendación general es un consejo que una entidad financiera proporciona a todos los clientes sin tener en cuenta las diferencias individuales.
  • El objetivo de una recomendación general sobre un único valor suele ser alertar a los clientes de que se prevé que una acción va a tener un gran movimiento en un futuro próximo.
  • Las recomendaciones generales para inversiones de mayor riesgo suelen ser poco aconsejables y pueden estar prohibidas por la normativa, ya que los inversores tienen perfiles de riesgo y circunstancias muy variados.

Comprender la recomendación general

Normalmente, una recomendación general aconseja comprar o vender una acción o un sector concreto. El objetivo puede ser alertar a los clientes de que la investigación del profesional financiero o de la institución indica que es probable que la acción o el sector en cuestión se mueva en una dirección determinada. Si este movimiento proyectado es al alza, los inversores podrían pensar que es aconsejable comprar acciones de un valor o fondo para intentar capitalizarlo. Si el movimiento proyectado es a la baja, podrían considerar o ser aconsejados para vender un valor en particular o intentar implementar una estrategia de venta en corto.

A veces, las recomendaciones generales son apropiadas, por ejemplo, recomendar a todos los clientes que diversifiquen sus carteras entre varias clases de activos o que incluyan una pequeña parte de inversiones alternativas como bienes inmuebles o materias primas. Otras veces, una recomendación general puede ser inadecuada; por ejemplo, recomendar a todos los clientes que compren acciones de una oferta pública inicial de riesgo.

Las recomendaciones generales no tienen en cuenta el perfil de riesgo del inversor, su horizonte temporal ni sus objetivos de inversión.

Comunicar a los clientes una recomendación generalizada suele ser desaconsejable porque los destinatarios tendrán perfiles de inversión diferentes. Por ejemplo, un jubilado que no puede permitirse perder mucho dinero y un joven profesional con una tolerancia al riesgo mucho mayor pueden ser los destinatarios de una recomendación general para que consideren la posibilidad de invertir en una acción especulativa. Mientras que el joven profesional puede tolerar el mayor riesgo asociado, el jubilado se arriesga a perder una parte de los ahorros que ha tardado años en acumular y que podría ser difícil de reponer dado su horizonte temporal más limitado.

El receptor de una recomendación general debe considerar cuidadosamente cómo se alinea con sus objetivos de inversión y su tolerancia al riesgo, y realizar su propia investigación antes de actuar en consecuencia. Recuerde que el asesoramiento general se ofrece sin especificar los intereses individuales de los clientes de forma personalizada. Si el consejo proporcionado es de carácter general, puede ser una buena idea seguirlo. Estas recomendaciones pueden incluir consejos generales como la diversificación de las clases de activos o la cantidad de reservas de efectivo. A medida que la naturaleza de una recomendación general se vuelve más específica, los inversores individuales deben prestar más atención a los detalles y a cómo puede encajar o no con sus objetivos personales o preferencias de riesgo.

Algunas recomendaciones generales también pueden ser más limitadas. Por ejemplo, un agente de bolsa puede optar por ofrecer una recomendación general sobre el ahorro para la jubilación, pero sólo a los clientes de entre 20 y 45 años. Del mismo modo, pueden ofrecer asesoramiento general sobre los ingresos de la seguridad social, pero sólo a clientes de entre 55 y 75 años.

La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA), la agencia que regula a los asesores financieros, prohíbe las recomendaciones generales sobre valores individuales.

Recomendación general y adecuación

Tanto los asesores financieros como los agentes de bolsa deben cumplir con la obligación de idoneidad, lo que significa hacer recomendaciones que sean coherentes con los mejores intereses del cliente subyacente. La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA) regula ambos tipos de entidades financieras con arreglo a normas que les obligan a formular recomendaciones adecuadas a sus clientes.

La Regla 2111 de FINRA trata de la idoneidad y requiere, en parte, que un corredor-agente o persona asociada „tenga una base razonable para creer que una transacción o estrategia de inversión recomendada que involucre un valor o valores es adecuada para el cliente, basada en la información obtenida a través de la diligencia razonable de la [empresa] o persona asociada para determinar el perfil de inversión del cliente”.”

Dado que las recomendaciones generales no tienen en cuenta los objetivos de inversión, el horizonte temporal, la tolerancia al riesgo o los valores de cada cliente, este tipo de recomendaciones están prohibidas por esta norma. De hecho, una recomendación general puede proporcionar inversiones inadecuadas a determinados clientes.

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  1. https://www.finra.org/rules-guidance/key-topics/suitability/faq

  2. FINRA. "Norma 2111: Idoneidad". Accedido el 15/1/2021

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