Qué es una economía de zorro?
Una „economía a trote” se refiere a un patrón de crecimiento económico en el que los periodos de rápida expansión van seguidos de periodos de lento crecimiento. El crecimiento económico se produce cuando la capacidad de una economía para producir más bienes y servicios aumenta de un período a otro, lo que puede ser resultado de cosas como la incorporación de más trabajadores a la fuerza laboral o los avances tecnológicos.
Puntos clave
- Una economía „fox-trot” es un periodo en el que la economía experimenta cambios frecuentes entre un crecimiento más rápido y uno más lento.
- El término se atribuye a Jeffrey Saut, ejecutivo de Raymond James. Acuñó y popularizó la frase a principios de la década de 2000 para describir el crecimiento económico de la época.
- Una economía fox-trot recibe su nombre del baile de salón en el que los participantes completan pasos en un patrón de dos pasos rápidos que van seguidos de dos lentos.
- Las repetidas perturbaciones económicas (positivas o negativas) pueden contribuir a la volatilidad de las tasas de crecimiento económico.
- Una mayor volatilidad macroeconómica, como la que se produce durante una economía de fox-trot, puede dar lugar a tasas de rendimiento de los activos más bajas que las que se obtienen en períodos de crecimiento predecible y constante.
- En una economía „fox-trot”, los inversores, las empresas y los consumidores pueden trasladar una mayor parte de sus ahorros e inversiones a mercados extranjeros relativamente más estables.
- Un crecimiento rápido seguido de un crecimiento más tibio puede hacer que las empresas reduzcan las nóminas y sean excesivamente cautelosas con los planes de inversión.
Cómo entender una economía de „Fox-Trot
La capacidad de crecimiento de una economía y la creación de crecimiento económico pueden producirse de forma rápida o más lenta, e incluso pueden disminuir. Son muchos los factores que pueden influir en el ritmo de crecimiento de una economía, y el ritmo suele variar con el tiempo. Aunque no existen reglas concretas que permitan predecir con exactitud cómo crecerá una economía, sí se pueden describir patrones de crecimiento económico, y la economía „fox-trot” es uno de ellos.
El término „economía del zorro” se atribuye al estratega de inversiones Jeffrey Saut, ejecutivo de Raymond James. Acuñó y popularizó la frase a principios de la década de 2000 para describir el crecimiento económico de la época.
El término se basa en el popular baile de salón fox-trot. En una versión muy conocida de este baile, los participantes completan pasos en un patrón de dos pasos rápidos que van seguidos de dos lentos. Una economía que pasa por un periodo de crecimiento rápido seguido de un periodo de crecimiento lento, aunque sigue mostrando un crecimiento general a lo largo del ciclo, refleja los movimientos de paso rápido y paso lento del fox-trot, ya que los bailarines siguen moviéndose a lo largo del baile.
El impacto de una economía fox-trot
Una economía „fox-trot” puede ser un reto para los inversores. Aunque la expectativa en una economía „fox-trot” es que el crecimiento económico se recupere, identificar el momento de la vuelta al crecimiento rápido es un reto.
En una economía „fox-trot”, una mayor incertidumbre económica con respecto a posibles choques financieros o económicos puede dar lugar a la volatilidad de la tasa de crecimiento macroeconómico, lo que a su vez puede conducir a una menor tasa de rendimiento de muchos activos y a un aumento de las primas de riesgo de los préstamos empresariales. Los economistas han documentado vínculos claros, tanto teóricos como empíricos, entre la volatilidad de los fundamentos económicos y la volatilidad del mercado de valores.
En una economía de „fox-trot”, los beneficios de las empresas pueden mostrar una mayor volatilidad de la que es típica en un ciclo económico normal con un crecimiento económico nivelado. Esto puede afectar directamente a la valoración de una empresa. Un crecimiento rápido seguido de un crecimiento más tibio puede hacer que las empresas recorten sus nóminas y sean excesivamente cautelosas en sus planes de inversión, aunque la economía, en general, esté creciendo, aunque a un ritmo más lento. Los inversores, las empresas y los consumidores pueden trasladar una mayor parte de sus ahorros e inversiones a mercados extranjeros relativamente más estables.
Del mismo modo, la demanda de préstamos y créditos afecta a los tipos de interés de una economía, y a medida que el crecimiento económico se ralentiza y las empresas piden menos préstamos, los tipos de interés pueden bajar, dejando a los ahorradores con una tasa de rendimiento más baja, incluso cuando les gustaría ahorrar más para aislarse de la volatilidad económica. La pérdida de rentabilidad de los ahorros y la disminución del empleo pueden afectar a la demanda de bienes y servicios de los ciudadanos de una economía.
En general, las empresas, los inversores y los participantes en el mercado prefieren un crecimiento predecible y constante, ya que es más fácil de gestionar y planificar. Por el contrario, muchos operadores e inversores prefieren la volatilidad, ya que una mayor volatilidad puede amplificar los beneficios si el inversor entiende los aspectos técnicos y fundamentales que subyacen a los movimientos del mercado.