Qué es la depreciación en grupo?
La depreciación en grupo combina activos fijos similares en un conjunto con una base de coste común para calcular la depreciación en los estados financieros. Los activos agrupados deben ser similares en su funcionamiento, o cada activo debe ser lo suficientemente pequeño como para que no se considere material por sí mismo.
Debido a que los modernos programas de contabilidad registran fácilmente la depreciación de los activos individuales, el uso de la depreciación en grupo, también conocida como „depreciación compuesta”, se ha vuelto menos común.
Puntos clave
- La depreciación en grupo combina activos fijos similares en un conjunto con una base de costes común para calcular la depreciación en los estados financieros.
- Al agrupar activos de naturaleza similar, una empresa puede simplificar el cálculo de la depreciación, ahorrando tiempo y dinero.
- Los activos sólo pueden reunirse en un grupo si comparten características similares y tienen la misma vida útil.
- Debido a que los programas de contabilidad modernos registran fácilmente la depreciación de los activos individuales, el uso de la depreciación en grupo se ha vuelto menos común.
Cómo entender la depreciación en grupo
La depreciación es una técnica contable que permite a los empresarios amortizar el valor de un activo de forma gradual, normalmente a lo largo de su vida útil o esperanza de vida. En lugar de realizar todo el coste en el primer año, la depreciación del activo permite a las empresas repartir ese coste y ajustarlo a los ingresos asociados.
Las empresas suelen hacer muchas compras a lo largo de los años, por lo que tienen numerosos activos y gastos que controlar. Para facilitar la vida, a veces es posible evitar este arduo ejercicio depreciando un grupo de activos similares como una sola entidad, en lugar de individualmente.
Al agrupar activos de naturaleza similar, como equipos de oficina o camiones de reparto que recorren la misma distancia cada año, una empresa puede simplificar el cálculo de la depreciación y ahorrar tiempo y gastos en las tareas de contabilidad y auditoría. Si se aplican correctamente, pueden lograrse sin comprometer la precisión.
Requisitos de la depreciación en grupo
Antes de decidir agrupar los activos en un solo grupo, es importante considerar cómo se depreciará cada activo individualmente, un proceso conocido como depreciación unitaria, y si tiene sentido agrupar este activo con cualquier otro.
Los activos sólo pueden reunirse en un grupo si comparten características similares y tienen aproximadamente la misma vida útil, es decir, el número de años que es probable que permanezcan en servicio con el fin de generar ingresos rentables.
En general, la depreciación en grupo está pensada para ser utilizada para múltiples artículos más pequeños de menor coste. El Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB), una organización independiente sin ánimo de lucro responsable de establecer las normas de contabilidad y de información financiera para las empresas en Estados Unidos, recomienda que la depreciación unitaria se aplique a los activos fijos que tienen grandes costes unitarios y son comparativamente pocos en número y que la depreciación de grupo se aplique a los activos que son significativos en número y tienen valores relativamente pequeños.
No obstante, se trata de sugerencias y no de requisitos. En algunos casos, también es posible agrupar los artículos más grandes y costosos, incluidos los edificios, para la depreciación del grupo.
Limitaciones de la amortización colectiva
La depreciación en grupo es, como ya se ha dicho, cada vez más rara. Antes se utilizaba para ahorrar tiempo y dinero. Ahora hay menos incentivos para agrupar activos, ya que hay programas de contabilidad capaces de automatizar los cálculos de depreciación.
Importante
La depreciación del grupo ha perdido su brillo, ya que los programas de contabilidad de bajo coste pueden ahora seguir la depreciación de los activos individuales con relativa facilidad.
La amortización colectiva también ha suscitado cierta controversia. Una de las mayores preocupaciones es que un activo pueda ser insertado a propósito en un grupo compuesto por otros con vidas útiles más largas o supuestos de mayor valor de salvamento. La adopción de esta medida retrasaría el reconocimiento de los gastos del activo extraviado, lo que provocaría un aumento de los beneficios.