Definición de la contabilidad de caja negra

Qué es la contabilidad de caja negra?

La contabilidad de caja negra es el uso deliberado de una contabilidad compleja metodologías para hacer que la interpretación de los estados financieros sea un reto y consuma mucho tiempo. Este enfoque es más probable que sea adoptado por las empresas que buscan ocultar información que no quieren que los inversores vean fácilmente, como grandes cantidades de deuda, lo que podría afectar negativamente a las acciones de la empresa o la capacidad de acceder a la financiación.

Puntos clave

  • La contabilidad de caja negra es el uso deliberado de una contabilidad compleja metodologías.
  • Las empresas pueden tomar este tipo de medidas para parecer en mejor forma y ocultar información que no quieren que los inversores vean fácilmente.
  • La contabilidad de caja negra se considera poco ética, aunque a menudo se consigue sin apartarse de las normas establecidas por los reguladores.
  • Los ejemplos incluyen la revalorización de los ingresos, los beneficios y la el inventario y el uso de derivados y asociaciones extrabursátiles.

Entender la contabilidad de caja negra

La contabilidad, el proceso de registro de las transacciones financieras, se supone que facilita a los inversores la determinación de la situación de una empresa y su valoración actual. El enfoque de la caja negra va en contra de este principio de transparencia, ya que pretende ocultar al máximo la salud financiera y los resultados de una empresa dentro de los límites establecidos por los reguladores.

Las cifras que se comunican se basan en complejas metodologías contables que implican muchas conjeturas, lo que hace que sea difícil para las personas ajenas a la empresa establecer con precisión cómo se han alcanzado esas cifras. En este caso, los inversores pueden verse obligados a aceptar la palabra de la empresa, lo que le permite inflar sus beneficios para aumentar o reforzar el precio de sus acciones y, básicamente, dar una imagen de estar en mejor forma de lo que realmente está.

La contabilidad de caja negra se consigue a menudo sin infringir ninguna ley. Los principios contables generalmente aceptados (PCGA) y las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) ofrecen cierto margen de maniobra y, en algunos casos, están abiertos a la interpretación. Es en estas zonas grises donde los culpables se aprovechan.

Sin embargo, seguir las normas y ser legal no significa que la contabilidad de la caja negra sea aceptable. Dado que está diseñado para ocultar una imagen simple y precisa de la salud financiera de una empresa, este enfoque está mal visto y generalmente se considera poco ético.

La expresión contabilidad de caja negra proviene de la ciencia, la informática y la ingeniería, donde una caja negra es un dispositivo, sistema u objeto que puede ser visto en términos de sus entradas y salidas, sin ningún conocimiento de su funcionamiento interno. 

Métodos de contabilidad de caja negra

Las empresas pueden emplear métodos de contabilidad de caja negra de varias maneras. Las señales de advertencia pueden incluir la reexpresión de los ingresos, los beneficios y las inventario y la tendencia a utilizar con frecuencia un lenguaje técnico y difícil de entender para describir las divulgaciones.

Otro caldo de cultivo para la contabilidad de caja negra son las operaciones con derivados y las asociaciones extracontables, cuando una empresa se asocia con otra para obtener capital.

A medida que las operaciones cotidianas de las empresas se volvieron más complejas, la práctica de la contabilidad de caja negra comenzó a despuntar.

Limitaciones de la contabilidad de caja negra 

Los grandes escándalos, como el de Enron, han dificultado la utilización de trucos de contabilidad de caja negra, ya que los auditores se han vuelto más cautelosos con los intentos deliberados de ocultar datos financieros. Los inversores y los reguladores se han vuelto más sabios ante este tipo de comportamiento y se han vuelto escépticos ante ciertas cifras que se basan en conjeturas o están abiertas a la interpretación.

La introducción de la Ley Sarbanes-Oxley (SOX) de 2002 supuso un nuevo golpe para los métodos de caja negra. La SOX, entre otras muchas cosas, añadió penas estrictas para ciertas conductas corporativas indebidas. Podría decirse que las amenazas de acciones penales han aumentado la probabilidad de que los ejecutivos contables se lo piensen dos veces antes de incurrir en esta práctica poco ética.

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