Qué es la inteligencia competitiva?
La inteligencia competitiva, a veces denominada inteligencia corporativa, se refiere a la capacidad de reunir, analizar y utilizar la información recogida sobre los competidores, los clientes y otros factores del mercado que contribuyen a la ventaja competitiva de una empresa. La inteligencia competitiva es importante porque ayuda a las empresas a comprender su entorno competitivo y las oportunidades y retos que presenta. Las empresas analizan la información para crear prácticas empresariales eficaces y eficientes.
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El dilema del prisionero
Puntos clave
- La inteligencia competitiva se refiere a la capacidad de reunir y utilizar información sobre los factores que afectan a la ventaja competitiva de una empresa.
- Las organizaciones analizan los datos y la información recopilados para desarrollar prácticas empresariales eficaces y eficientes.
- La inteligencia competitiva puede clasificarse como inteligencia táctica orientada a la miopía, o inteligencia estratégica enfocada a largo plazo.
- La recopilación de datos e información es más compleja que realizar una simple búsqueda en Internet.
Cómo funciona la inteligencia competitiva
Por definición, la inteligencia competitiva reúne información procesable procedente de diversas fuentes publicadas y no publicadas, recopilada de forma eficiente y ética. Idealmente, una empresa emplea con éxito la inteligencia competitiva cultivando un retrato lo suficientemente detallado del mercado para poder anticiparse y responder a los retos y problemas antes de que surjan.
La inteligencia competitiva trasciende el simple cliché de „conoce a tu enemigo”.” Se trata más bien de un ejercicio de inmersión profunda, en el que las empresas desentierran los puntos más sutiles de los planes de negocio de los competidores, incluidos los clientes a los que sirven y los mercados en los que operan. La inteligencia competitiva también analiza cómo una gran variedad de acontecimientos perturban a las empresas rivales. También revela cómo pueden verse afectados los distribuidores y otras partes interesadas, y telegrafía cómo las nuevas tecnologías pueden invalidar rápidamente cualquier suposición.
Dentro de cualquier organización, la inteligencia competitiva significa diferentes cosas para diferentes personas y departamentos. Por ejemplo, para un representante de ventas, puede referirse al asesoramiento táctico sobre la mejor manera de licitar para un contrato lucrativo. Para la alta dirección, puede significar cultivar conocimientos de marketing únicos utilizados para ganar cuota de mercado frente a un competidor formidable.
La naturaleza de la inteligencia competitiva varía según las empresas, dependiendo del sector, las circunstancias y otros muchos factores; por ejemplo, las empresas que se ven afectadas por la política y las leyes pueden necesitar información sobre los cambios legislativos que podrían afectar a las operaciones de la empresa.
Para cualquier grupo, el objetivo de la inteligencia competitiva es ayudar a tomar decisiones mejor informadas y mejorar el rendimiento de la organización descubriendo riesgos y oportunidades antes de que sean evidentes. En otras palabras, la inteligencia competitiva tiene como objetivo evitar que las empresas sean sorprendidas por cualquier fuerza opositora.
Tipos de inteligencia competitiva
Las actividades de inteligencia competitiva pueden agruparse en dos silos principales: táctico y estratégico. La inteligencia táctica es a más corto plazo y trata de aportar información sobre cuestiones como la captación de cuota de mercado o el aumento de los ingresos. La inteligencia estratégica se centra en cuestiones a largo plazo, como los principales riesgos y oportunidades a los que se enfrenta la empresa.
En cualquier caso, la inteligencia competitiva se diferencia del espionaje empresarial o industrial, que se basa en métodos ilegales y poco éticos para obtener una ventaja competitiva injusta.
Consideraciones especiales
Aunque la mayoría de las empresas pueden encontrar información sustancial sobre sus competidores en Internet, la inteligencia competitiva va más allá de coger esa fruta fácil de conseguir. Sólo una pequeña parte de la inteligencia competitiva implica la búsqueda de información en Internet.
Un estudio típico de inteligencia competitiva incluye información y análisis de varias fuentes dispares, incluyendo los medios de comunicación, entrevistas con clientes y competidores, expertos de la industria, ferias y conferencias, registros gubernamentales y archivos públicos. Pero estas fuentes de información de acceso público son sólo puntos de partida. La inteligencia competitiva también abarca la investigación de todas las partes interesadas de una empresa, los principales distribuidores y proveedores, así como los clientes y los competidores.
La prueba de la creciente importancia de la inteligencia competitiva es la creación de la Sociedad de Profesionales de la Inteligencia Competitiva (SCIP), fundada en Estados Unidos en 1986. Este grupo mundial sin ánimo de lucro está formado por una comunidad de miembros expertos en negocios de la industria, el mundo académico y el gobierno, que regularmente se reúnen para crear una infraestructura de inteligencia, compartir herramientas de apoyo a las decisiones de investigación y avanzar en las capacidades analíticas colectivas. Este grupo, rebautizado como „Profesionales de la Inteligencia Estratégica y Competitiva” en 2010, celebra cada año varias conferencias y cumbres nacionales e internacionales.
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