Qué es un especulador
Un especulador utiliza estrategias y, por lo general, un plazo más corto para intentar superar a los inversores tradicionales a largo plazo. Los especuladores asumen riesgos, especialmente en lo que respecta a la anticipación de los movimientos futuros de los precios, con la esperanza de obtener ganancias lo suficientemente grandes como para compensar el riesgo.
Los especuladores que asumen un riesgo excesivo no suelen durar mucho tiempo. Los especuladores ejercen un control sobre los riesgos a largo plazo empleando diversas estrategias, como el dimensionamiento de las posiciones, las órdenes de stop loss y el seguimiento de las estadísticas de sus operaciones. Los especuladores suelen ser personas sofisticadas que asumen riesgos y tienen experiencia en los mercados en los que operan.
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Especulación
Fundamentos de los especuladores
Los especuladores intentan predecir los cambios de precios y obtener beneficios de los movimientos de precios de un activo. Pueden utilizar el apalancamiento para magnificar los rendimientos (y las pérdidas), aunque esto es una elección personal del individuo.
Hay diferentes tipos de especuladores en un mercado. Por ejemplo, los operadores individuales pueden ser especuladores, si compran un instrumento financiero por períodos cortos de tiempo con la intención de beneficiarse de sus cambios de precio. Los creadores de mercado también pueden considerarse especuladores porque adoptan la posición contraria a la de los participantes en el mercado y se benefician de la diferencia entre los diferenciales de compra y venta. Los prop shops o empresas de negociación por cuenta propia también pueden considerarse especuladores porque utilizan el apalancamiento para comprar valores y obtener beneficios de las variaciones de su precio.
Normalmente, los especuladores operan en un plazo más corto que un inversor tradicional.
Por ejemplo, una persona puede llamarse inversor si compra 20 empresas fuertes y planea mantener esas acciones durante al menos 10 años, suponiendo que las empresas sigan funcionando bien. Un especulador, en cambio, puede utilizar todo el capital de su cartera para comprar cinco acciones, o varios contratos de futuros, esperando que suban en los próximos días, semanas o meses. Los especuladores suelen utilizar estrategias de negociación que les indican cuándo comprar, cuándo vender (con pérdidas o beneficios) y qué tamaño de posición tomar.
Principios que rigen la especulación
La especulación se confunde a veces con el juego. Sin embargo, hay una distinción importante. Si un operador utiliza métodos no probados para operar, a menudo basados en corazonadas o sentimientos, es muy probable que esté apostando. Si se trata de un juego, es probable que el operador pierda a largo plazo. La especulación rentable requiere mucho trabajo, pero con las estrategias adecuadas, es posible obtener una ventaja fiable en el mercado.
Los especuladores rentables buscan patrones que se repitan en el mercado. Buscan puntos comunes entre muchos precios al alza y a la baja, en un intento de utilizar esa información para beneficiarse de futuras subidas y bajadas de precios. Se trata de un trabajo minucioso, y como los precios siempre están en movimiento y hay casi infinitas variables a tener en cuenta, cada especulador suele desarrollar su propia forma de operar.
Puntos clave
- Los especuladores son inversores u operadores sofisticados que compran activos por períodos cortos de tiempo y emplean estrategias para beneficiarse de los cambios en su precio.
- Los especuladores son importantes para los mercados porque aportan liquidez y asumen el riesgo del mercado. A la inversa, también pueden tener un impacto negativo en los mercados, cuando sus acciones comerciales dan lugar a una burbuja especulativa que hace subir el precio de un activo hasta niveles insostenibles.
El impacto de los especuladores en el mercado
Si un especulador cree que un activo concreto va a aumentar su valor, puede optar por comprar la mayor cantidad posible de ese activo. Esta actividad, basada en el aumento percibido de la demanda, hace subir el precio del activo en cuestión. Si esta actividad se percibe en el mercado como una señal positiva, puede hacer que otros operadores compren también el activo, elevando aún más el precio. Esto puede dar lugar a una burbuja especulativa, en la que la actividad de los especuladores ha llevado el precio de un activo por encima de su valor real.
Lo mismo puede verse a la inversa. Si un especulador cree que hay una tendencia a la baja en el horizonte, o que un activo está sobrevalorado en la actualidad, vende la mayor cantidad posible del activo mientras los precios son más altos. Este acto empieza a hacer bajar el precio del activo. Si otros operadores actúan de forma similar, el precio seguirá bajando hasta que la actividad en el mercado se estabilice.
De este modo, incluso muchos inversores se convierten en especuladores de vez en cuando. Se ven atrapados en el frenesí de las grandes subidas y bajadas. Aunque pueden haber iniciado su posición con la intención de ser inversores a largo plazo, si empiezan a comprar y vender únicamente porque creen que otras personas están comprando o vendiendo, han entrado en el terreno de la especulación -incluso del juego, si no están seguros de lo que hacen- en lugar de invertir.