Qué es una cuenta de fallecido?
Una cuenta de fallecidos es una cuenta bancaria, como una cuenta de ahorros o una cuenta corriente, propiedad de una persona fallecida. Cuando un banco recibe la notificación de que un cliente ha fallecido, congela la(s) cuenta(s) a la espera de la dirección del tribunal autorizado para el pago a los herederos y acreedores.
Puntos clave
- Una cuenta de fallecimiento es una cuenta bancaria que pertenece a una persona fallecida.
- Los bancos congelan el acceso a las cuentas de los fallecidos, como las de ahorro o las corrientes, a la espera de la orden de un tribunal autorizado.
- Por lo general, los bancos no pueden cerrar una cuenta de un fallecido hasta que la sucesión de la persona haya pasado por el proceso de sucesión.
- Las cuentas conjuntas que se mantienen conjuntamente con un propietario superviviente no se consideran cuentas de fallecidos; la propiedad de estas cuentas vuelve al propietario superviviente.
- Si la cuenta es una cuenta de pago por fallecimiento, el banco no congelará la cuenta; en su lugar, el banco liberará los fondos al beneficiario nombrado cuando se le proporcione el certificado de defunción del fallecido.
Comprender las cuentas de los fallecidos
Cuando el titular de una cuenta fallece, los familiares deben notificar el fallecimiento a sus bancos. Esto se suele hacer entregando una copia certificada del certificado de defunción al banco, junto con el nombre y el número de la Seguridad Social del fallecido, además de los números de las cuentas bancarias, y otros datos. El banco puede exigir otros documentos, como cartas testamentarias emitidas por un tribunal o cartas de administración en las que se nombra a un albacea o administrador de la herencia del fallecido.
Cuentas conjuntas y cuentas de pago por fallecimiento
Las cuentas que el fallecido tenía conjuntamente con un heredero superviviente no se consideran cuentas de fallecimiento. La titularidad de estas cuentas revierte al propietario superviviente, que puede cerrar la cuenta o seguir utilizándola. Si la cuenta es una cuenta de pago por fallecimiento, el banco debe entregar el dinero al beneficiario nombrado cuando se le proporcione una copia certificada del certificado de defunción del fallecido y cuando el beneficiario nombrado presente una identificación adecuada.
Poderes sobre cuentas de fallecidos
Los acuerdos de poder terminan cuando la persona fallece. Esto significa que un superviviente puede tener un poder notarial que le permita acceder a una cuenta cuando el titular de la cuenta aún estaba vivo, pero ya no tendrá acceso una vez que el banco haya sido notificado del fallecimiento del titular de la cuenta.
Fideicomisarios de cuentas de fallecidos
Los fideicomisarios nombrados antes del fallecimiento del titular de la cuenta deben poder acceder a la cuenta del fallecido. Un fideicomisario es responsable de administrar los activos de la persona fallecida y tiene la responsabilidad fiduciaria de actuar en el mejor interés de los beneficiarios. Para acceder a la cuenta del fallecido, los fideicomisarios necesitarán la documentación adecuada, incluida la identificación y una copia de la disposición fiduciaria.
Cierre de cuentas de personas fallecidas
Normalmente, un banco no puede cerrar una cuenta de un fallecido hasta que la sucesión de la persona haya pasado por el proceso de sucesión. El tribunal testamentario nombrará un albacea o administrador si no se nombra uno en el testamento del fallecido. Esta persona tendrá la autoridad para cerrar las cuentas de la persona fallecida y distribuir los fondos en ellas a los herederos y acreedores.
Alerta de fallecimiento
Una alerta de fallecimiento notifica a las compañías de tarjetas de crédito que el titular de una cuenta ha fallecido. Las agencias de información crediticia, como Equifax, Experian y TransUnion, emitirán una alerta, que aparecerá en el informe de crédito de la persona. La alerta informa a las compañías de tarjetas de crédito para que denieguen las transacciones crediticias a la persona en adelante. La familia o el albacea de la persona fallecida debe ponerse en contacto con las agencias de crédito para asegurarse de que se incluya una alerta de fallecimiento en el informe crediticio de la persona.
Es importante colocar una alerta en el informe crediticio de una persona fallecida para evitar que los ladrones de identidad utilicen la identidad de la persona para obtener beneficios económicos.
Consideraciones especiales
El personal de los bancos no suele dar muchos consejos prácticos a los herederos sobre cómo gestionar los asuntos de la cuenta de un cliente fallecido, aunque algunos bancos tienen unidades de sucesión. Es aconsejable obtener asistencia legal o ponerse en contacto con el tribunal correspondiente para obtener instrucciones sobre cómo manejar las cuentas bancarias de una persona fallecida.