Qué es un certificado de acciones?
Un certificado de acciones es un documento físico que representa la propiedad de un accionista en una empresa. Los certificados de acciones incluyen información como el número de acciones que se poseen, la fecha de compra, un número de identificación, normalmente un sello corporativo, y las firmas.
Los certificados suelen ser un poco más grandes que una hoja de papel normal, y la mayoría de ellos tienen diseños intrincados para desalentar la réplica fraudulenta y la falsificación, que fue un problema durante gran parte de la historia anterior a Internet de la inversión en acciones corporativas.
Durante los primeros 400 años de la historia de la inversión, la participación en una oferta pública inicial (OPI) o la compra de acciones solía ir acompañada de uno de estos certificados de acciones físicos. El primer certificado de acciones fue emitido en 1606 por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Valía 150 florines holandeses. The Walt Disney Company emitió uno de los últimos certificados de acciones en papel de una gran empresa en 2013.
Puntos clave
- Un certificado de acciones es una pieza física de papel que representa la propiedad de un accionista en una empresa.
- Los certificados de acciones incluyen información como el número de acciones que se poseen, la fecha de compra, un número de identificación, normalmente un sello corporativo, y las firmas.
- El primer certificado de acciones fue emitido en 1606 por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales; la Compañía Walt Disney emitió uno de los últimos certificados de acciones en papel de una gran empresa en 2013.
- Hoy en día, los valores se registran casi exclusivamente de forma electrónica mediante un proceso conocido como anotación en cuenta.
Cómo entender los certificados de acciones
Las acciones son la base de casi todas las carteras, y representan la propiedad parcial de una empresa. Por lo general, los registros de propiedad se conservan en formato electrónico, pero se puede solicitar una versión en papel.
Cada certificado comienza con un diseño estándar que puede cambiar a lo largo de los años, luego se añade la fecha, el número de identificación y otra información. La mayoría de las firmas de los ejecutivos se imprimen en el certificado, pero algunas se firman con bolígrafo.
Hoy en día, los valores se registran casi exclusivamente de forma electrónica mediante un proceso conocido como forma de anotación en cuenta. Los métodos electrónicos eliminan la necesidad de emitir certificados en papel para representar la propiedad.
Con las anotaciones en cuenta, la propiedad de los valores nunca se transfiere físicamente cuando se intercambian los valores, sino que las anotaciones contables se limitan a cambiar en los libros de las instituciones financieras comerciales en las que los inversores mantienen sus cuentas. Esto ofrece las ventajas de cualquier sistema moderno de registro electrónico.
Los certificados de acciones antes del registro electrónico
Antes de que existiera el registro electrónico, los certificados de acciones eran una pieza única por derecho propio. Era bastante común recibir un certificado de acciones adornado con diseños extravagantes, grabados ornamentados, y acercándose a las obras de arte en sí mismas.
Por ejemplo, Disney Corporation diseñaba sus certificados de acciones con ilustraciones a todo color de sus populares personajes. A su vez, los padres solían enmarcar un certificado y colgarlo en la habitación del niño como prueba de que estaba ahorrando para un día lluvioso. En cierto sentido, los complejos diseños de muchos de los primeros certificados de acciones incluían lo que hoy se conoce como marca.
Es posible que hoy encuentre una reproducción de un antiguo certificado de acciones colgado en la oficina de su asesor financiero. Esto indica su enfoque a largo plazo y su compromiso con la administración responsable del capital.
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