Qué es un bono de mortalidad extrema (EMB)?
Los bonos de mortalidad extrema (EMB) son un tipo de bono de catástrofe (CAT), un instrumento de deuda de alto rendimiento que está diseñado para recaudar dinero para las empresas del sector de los seguros en caso de que se produzca una catástrofe natural que cause un exceso de muertes.
Acontecimientos como un terremoto, una pandemia o un huracán que provocan una pérdida de vidas a gran escala se denominan acontecimientos de mortalidad extrema. Este tipo de sucesos provocan una situación de riesgo para las compañías de seguros, ya que éstas acaban pagando un elevado número de siniestros. Para mitigar estos riesgos, las aseguradoras titulan sus pólizas emitidas en forma de bonos llamados bonos de mortalidad extrema (EMB).
Recientemente, el número de muertos y las repercusiones económicas de la pandemia mundial de COVID-19 han vuelto a poner los bonos de mortalidad extrema en el debate.
Puntos clave
- Un bono de mortalidad extrema (EMB) es un instrumento de deuda de alto rendimiento que las aseguradoras emiten para establecer una reserva financiera que financie las reclamaciones de eventos catastróficos que provocan un exceso de muertes.
- Los inversores en EMBs pueden recibir un tipo de interés durante la vida del bono que es mayor que el de la mayoría de los valores de renta fija.
- Los BEM, aunque pueden ser muy arriesgados en caso de catástrofe natural o pandemia, se consideran activos no correlacionados y desvinculados de los mercados mundiales de acciones o de bonos.
Comprender los Bonos de Mortalidad Extrema (BEM)
Esencialmente, los compradores de bonos de mortalidad extrema (EMB) pueden perder total o parcialmente su inversión si se produce un evento de mortalidad extrema. El emisor de los EMB (compañía de seguros) utiliza ese importe para compensar las pérdidas derivadas del elevado número de siniestros que debe liquidar. Si no se produce ningún acontecimiento extremo durante el periodo de inversión, los inversores reciben los intereses y el principal. La aseguradora paga los elevados intereses de las primas de seguro cobradas a los compradores de seguros.
Los EMB se venden con un periodo de vencimiento de tres a cinco años, aunque vienen con una condición vinculada a los eventos extremos. Establece que si la compañía de seguros emisora se enfrenta a una pérdida debido a la ocurrencia de un determinado evento de mortalidad extrema, entonces el emisor puede dejar de estar obligado a pagar los intereses o el importe principal, o ambos.
BEM: Una situación en la que todos salen ganando
Los EMB ofrecen una situación en la que ganan tanto el emisor como el inversor de bonos. La compañía emisora mitiga el riesgo de pagos elevados en caso de eventos extremos, mientras que el comprador de bonos se beneficia si no se produce una catástrofe. Por ejemplo, en 2018, el virus del ébola se relacionó con casi 2.300 muertes en la República Democrática del Congo, pero la cantidad de víctimas no cumplió con los criterios necesarios para que el BEM del Banco Mundial pague.
Dado que los bonos de mortalidad extrema no están vinculados al mercado de valores ni a otras condiciones económicas, ofrecen una forma de diversificación. El interés ofrecido por los BEM suele ser alto porque las catástrofes son poco frecuentes. Algunos BEM exigen que la mortalidad de una región específica aumente hasta un 20% o 40% por encima de lo que es normal para esa región antes de que los inversores pierdan el capital.
En Estados Unidos, eso supondría 500.000 muertes más al año. Para ello, sería necesario que se produjera un acontecimiento de gran mortalidad, como una pandemia similar a la de la gripe española de 1918, una guerra mundial, la detonación de una bomba nuclear, o un acontecimiento climático masivo o un ataque terrorista. Sólo algunas de las víctimas de un suceso de este tipo estarían aseguradas por el emisor de un BEM, lo que reduce aún más el riesgo para los inversores.
Los inversores se benefician de los altos rendimientos de un EMB si todo va bien, pero también se enfrentan al riesgo de perder el capital y los intereses si se produce una catástrofe. Los inversores añaden BME a sus carteras en porciones limitadas para beneficiarse de la diversificación.
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