Qué es el arbitraje de renta fija?
El arbitraje de renta fija es una estrategia de inversión que intenta beneficiarse de las diferencias de precios de varios bonos u otros valores de tipo de interés.
Puntos clave
- El arbitraje de renta fija busca beneficiarse de las diferencias temporales de precios que pueden darse en los bonos y otros valores de tipo de interés.
- La estrategia de arbitraje de renta fija consiste en tomar una posición corta en la emisión que parece estar sobrevalorada y una posición larga en el valor que está infravalorado.
- El mercado de renta fija es tan variado que muchos valores similares pueden mostrar diferencias de precio inesperadas, pero no hay garantía de que tales diferencias se disipen.
- El arbitraje de renta fija es una estrategia neutra para el mercado y es utilizada principalmente por los fondos de cobertura y los bancos de inversión.
Cómo entender el arbitraje de renta fija
Al utilizar una estrategia de arbitraje de renta fija, el inversor asume posiciones opuestas en el mercado para aprovechar las pequeñas discrepancias de precios, limitando al mismo tiempo el riesgo de los tipos de interés. El arbitraje de renta fija es una estrategia neutra para el mercado, lo que significa que está diseñada para obtener beneficios independientemente de si el mercado de renta fija en general tendrá una tendencia al alza o a la baja en el futuro.
El arbitraje de renta fija es utilizado principalmente por los fondos de cobertura y los bancos de inversión. Estos fondos vigilan una serie de instrumentos de renta fija, como los títulos respaldados por hipotecas (MBS), los bonos del Estado, los bonos corporativos, los bonos municipales e incluso instrumentos más complejos como las permutas de incumplimiento crediticio (CDS). Cuando hay indicios de una valoración errónea en la misma emisión o en otras similares, los fondos de arbitraje de renta fija adoptan posiciones largas y cortas apalancadas para beneficiarse cuando la valoración se corrija en el mercado.
La estrategia incluye tomar una posición corta en la emisión que parece estar sobrevalorada y una posición larga en el valor que está infravalorado. La expectativa es que la brecha entre estos precios se cierre e incluso si ambos se mueven hacia arriba o hacia abajo, deben moverse relativamente más cerca el uno del otro.
Los dos principales retos de esta estrategia son, en primer lugar, la necesidad de que estos valores sean suficientemente líquidos y, en segundo lugar, que los valores de renta fija elegidos para el arbitraje sean de naturaleza suficientemente similar. Sin estas dos condiciones, los operadores tendrán dificultades para beneficiarse de una reducción oportuna de la diferencia de precios.
Incluso las operaciones sencillas de arbitraje de renta fija conllevan riesgos. Dependiendo del tipo de valor de renta fija, la posibilidad de que el precio del mercado sea realmente erróneo depende en gran medida del modelo que se utilice para evaluar los instrumentos. Los modelos, especialmente los que se refieren a los bonos emitidos por empresas y economías en desarrollo, pueden ser erróneos y lo han sido en el pasado.
Muchos inversores aún recuerdan la implosión de Long-Term Capital Management (LTCM), que era un fondo líder en la práctica del arbitraje de renta fija. Esta asociación con el LTCM explica la reputación de la estrategia como la de recoger monedas de cinco centavos frente a una apisonadora: los rendimientos son pequeños y los riesgos pueden ser aplastantes.
Dado que los rendimientos generados por el cierre de estas brechas de precios son pequeños, el arbitraje de renta fija es una estrategia para inversores institucionales bien capitalizados. Las cantidades de apalancamiento necesarias para que las operaciones tengan sentido no están al alcance de los inversores particulares.
Los fondos que emplean el arbitraje de renta fija suelen calificarlo de estrategia de preservación del capital. Además de la cantidad de capital necesaria para realizar el arbitraje de renta fija, hay otro obstáculo al que se enfrenta cualquiera que intente este tipo de inversión. A medida que se dedica más capital a buscar y aprovechar el arbitraje de renta fija, las oportunidades son más difíciles de encontrar, de menor magnitud y de menor duración.
Sin embargo, el mercado rara vez mantiene un nivel óptimo durante mucho tiempo, por lo que el arbitraje de renta fija oscila entre periodos en los que se infrautiliza y es muy rentable y otros en los que se sobreutiliza y apenas es rentable.
Arbitraje de renta fija y arbitraje de swaps
Algunas de las estrategias a las que se hace referencia en la comunicación informal como arbitraje de renta fija pueden no ajustarse realmente a la definición de una operación de arbitraje pura, que busca explotar una operación casi sin riesgo basada en meras diferencias matemáticas. En su mayor parte, estas oportunidades de arbitraje puro son extremadamente raras. Una forma más común de arbitraje de renta fija se centra en los desajustes temporales de precios que se producen de forma natural en cualquier sistema de mercado.
Un ejemplo común de una estrategia de arbitraje de renta fija que no encaja en el molde del arbitraje puro es el arbitraje de diferencial de swap. En esta operación, el inversor toma posiciones en un swap de tipos de interés, un bono del Tesoro y un tipo repo para beneficiarse de la diferencia entre el diferencial del swap -el diferencial entre el tipo fijo del swap y el tipo de cupón del bono del Tesoro a la par- y el diferencial flotante, que es la diferencia entre un tipo flotante, como el LIBOR, y el tipo repo. Si los dos tipos convergen o incluso se invierten con respecto a sus tendencias históricas, el arbitrajista sufre pérdidas que se magnifican por el apalancamiento utilizado para crear la operación.