Qué es el abuso financiero?
El abuso financiero de las personas mayores implica aprovecharse de ellas y beneficiarse injustamente de sus recursos monetarios. Los miembros de la familia, los socios comerciales, los cuidadores y los extraños a veces abusan financieramente de los ancianos aprovechándose de su confianza. Entre las tácticas de los abusos financieros a personas mayores se incluyen el uso no autorizado de los bienes de una persona mayor, la obtención de un poder notarial mediante engaños o la participación en un fraude.
Puntos clave a tener en cuenta
- Las investigaciones demuestran que el abuso financiero de las personas mayores se denuncia con más frecuencia que el abuso emocional, físico y sexual, o la negligencia.
- Los adultos mayores pueden ser víctimas de abusos por parte de familiares, socios comerciales, cuidadores e incluso extraños.
- Las tácticas incluyen el uso no autorizado de los activos financieros, la asignación de un poder notarial con falsos pretextos y el fraude.
- Las señales de advertencia incluyen la rápida retirada de fondos de las cuentas financieras, el aumento de la actividad de las cuentas, la apertura de nuevas cuentas sin el conocimiento del titular y los cambios recientes en documentos importantes como testamentos, hipotecas, fideicomisos y escrituras.
Comprender el abuso financiero de los ancianos
El abuso financiero de los ancianos suele implicar a miembros de la familia que se creen con derecho a los bienes de sus padres, abuelos u otros parientes mayores. Según el National Center on Elder Abuse, que forma parte del U.S. Departamento de Salud y Servicios Humanos, un estudio del Estado de Nueva York de 2011 descubrió que 41 de cada 1.000 ancianos denunciaron abusos financieros, una tasa más alta que la de los abusos emocionales, físicos y sexuales, o la de la negligencia. La organización también señala que esta cifra no suele denunciarse. Los maltratadores explotan económicamente a hasta cinco millones de estadounidenses mayores cada año, lo que les cuesta entre 3 y 36 dólares.5.000 millones de euros al año.
Las personas que corren el riesgo de sufrir abusos financieros de ancianos son los adultos mayores que dependen de los cuidados personales de otras personas, los que han perdido recientemente a un cónyuge que se encargaba de las finanzas y los que viven en centros de atención a largo plazo. El abuso financiero de los ancianos a veces implica amenazas. Por ejemplo, los miembros de la familia que niegan los cuidados necesarios a un pariente mayor o le advierten que enviarán a esa persona a una residencia de ancianos a menos que ceda sus activos financieros están incurriendo en un abuso de ancianos.
Las señales de advertencia del abuso financiero de personas mayores incluyen la rápida retirada de fondos de la cuenta u otro comportamiento financiero inusual, así como nuevos amigos cercanos que parecen saber mucho sobre la vida personal y financiera de un adulto mayor. Otros indicios son la apertura de cuentas desconocidas, el aumento de la actividad en las cuentas y las retiradas sospechosas. Además, los cambios recientes y desconocidos en los testamentos, las hipotecas, los fideicomisos, las escrituras y los títulos de propiedad son señales de alerta.
Todos los estados cuentan con defensores del pueblo para la atención a largo plazo, cuyo trabajo consiste en defender a los residentes de las residencias de ancianos y centros de vida asistida.
Dónde encontrar ayuda en casos de maltrato financiero a personas mayores
Entre los recursos para quienes creen que están siendo explotados se encuentra un servicio del U.S. La Administración sobre el Envejecimiento llama al Localizador de Cuidado de Ancianos, al que se puede acceder en línea o llamando al 800-677-1116. Además, la mayoría de los estados cuentan con algún tipo de agencia de servicios de protección para adultos. El sitio web de la National Adult Protective Services Association también pone a los adultos mayores en contacto con los recursos necesarios para contrarrestar el abuso financiero.
Todos los estados cuentan con defensores del pueblo para la atención a largo plazo que defienden a los residentes de residencias de ancianos y centros de vida asistida. Muchos de ellos tienen experiencia en la lucha contra el abuso financiero de los ancianos. Las personas que se encuentran en estos centros pueden acudir a la National Consumer Voice for Quality Long-Term Care para encontrar un defensor del pueblo.
Además, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) cuenta con guías de recursos que pueden ayudar a los adultos mayores y a quienes los asisten a evitar el abuso. Por último, no es inaudito llamar o ir a una comisaría de policía local y pedir ayuda.
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