Qué es el coste total medio a largo plazo (LRATC)?
El coste total medio a largo plazo (LRATC) es una métrica empresarial que representa el coste medio por unidad de producción a largo plazo, cuando todos los insumos se consideran variables y la escala de producción es cambiante. La curva de costes medios a largo plazo muestra el coste total más bajo para producir un determinado nivel de producción a largo plazo.
Los costes unitarios a largo plazo son casi siempre menores que los costes unitarios a corto plazo porque, en un marco temporal a largo plazo, las empresas tienen la flexibilidad de cambiar grandes componentes de sus operaciones, como las fábricas, para lograr una eficiencia óptima. El objetivo de la dirección de la empresa y de los inversores es determinar los límites inferiores del LRATC.
Entender el coste total medio a largo plazo
Por ejemplo, si una empresa manufacturera construye una nueva planta de producción más grande, se supone que el LRATC por unidad acabará siendo inferior al de la antigua planta, ya que la empresa aprovecha ciertas economías de escala o las ventajas de costes que se derivan de la ampliación de la escala de producción. Cuando se amplía la escala de producción, los costes medios se reducen, la producción se vuelve más eficiente y la empresa puede ser más competitiva en el mercado. Esto puede conducir a precios más bajos y a mayores beneficios, lo que puede ser beneficioso tanto para los consumidores como para los productores, lo que se conoce como un juego de suma positiva.
Puntos clave
- El LRATC mide el coste medio por unidad de producción a largo plazo.
- En los plazos largos, las empresas tienen más flexibilidad para cambiar sus operaciones.
Cómo visualizar el coste total medio a largo plazo
El cálculo del LRATC puede representarse como una curva que muestra los costes más bajos que una empresa podrá alcanzar para cualquier grado de producción a lo largo del tiempo. La forma de esa curva puede parecerse mucho a la curva calculada para los costes totales medios a corto plazo. El LRATC puede considerarse como una serie de curvas de corto plazo a medida que la empresa mejora su eficiencia. La curva propiamente dicha puede dividirse en tres segmentos o fases. Durante las economías de escala del principio de la curva, los costes se reducen a medida que la empresa se hace más eficiente y sus costes de producción disminuyen.
Las primeras iteraciones del desarrollo y el montaje del producto conllevan costes que serán en gran medida mayores al principio. A medida que se introducen más fábricas y líneas de producción, la naturaleza de los costes se desplaza más hacia la fabricación continua del producto. La carga de esos gastos disminuye a medida que a la empresa le resulta más fácil repetir y reproducir sus operaciones.
Con el tiempo, la empresa experimentará rendimientos constantes de la escala a medida que se acerque a la máxima eficiencia. El coste de adquisición de las materias primas puede reducirse realizando dichas compras en cantidades cada vez mayores. Además, los procesos que la empresa utiliza para fabricar su producto pueden ser más estables y racionalizados a medida que desarrolla un ritmo y una velocidad para su flujo de producción.
Si la empresa sigue aumentando la producción, llegará a la parte de la curva en la que las deseconomías de escala se convierten en un factor y los costes aumentan. Aunque la empresa pueda racionalizar sus operaciones, es posible que se introduzcan nuevos niveles de burocracia y gestión, lo que puede ralentizar la producción y la toma de decisiones en general. Cuanto más crezca la operación en esta fase, los costes aumentarán a medida que la operación pierda eficiencia.
Ejemplo de coste total medio a largo plazo
Por ejemplo, en la industria de los videojuegos, los costes de producción de un juego son elevados. Sin embargo, el coste de hacer copias de un juego, una vez producido, es marginal. Por lo tanto, una vez que una empresa puede establecerse, ampliar la base de clientes para un juego específico y aumentar la demanda de ese juego, la producción adicional necesaria para satisfacer esa demanda reduce el coste total a largo plazo.