Crear y construir un negocio es una tarea gratificante para muchos empresarios, pero es un trabajo duro. Todas las empresas necesitan capital, y algunas requieren una cantidad significativa. La propiedad única puede no ser la estructura óptima cuando se trata de la transición de liderazgo, por lo que muchos propietarios de empresas venden la propiedad de su empresa a través de acciones.
Puntos clave
- La venta de acciones en una venta de propiedad puede hacerse por múltiples razones, como el pago de deudas, la financiación de la expansión o la ayuda para diversificar el riesgo de un propietario.
- Dependiendo de la situación de la empresa, los propietarios pueden hacer una venta total o parcial de la propiedad.
- Las diferentes opciones para vender una empresa incluyen la venta a inversores privados o a los empleados.
Razones para vender acciones de su empresa
Hay muchas razones válidas para vender todo o parte de un negocio. La venta de acciones de una empresa puede generar una cantidad importante de dinero en efectivo, que puede utilizarse para pagar deudas o para inversiones o donaciones benéficas. Ese dinero también puede volver a la empresa, donde puede financiar la expansión. Asimismo, vender parte de un negocio puede reducir el riesgo del propietario y permitirle diversificar su patrimonio personal.
Los propietarios de empresas pueden tener otras razones para vender acciones. La venta de acciones a lo largo del tiempo puede ser un medio para preparar una eventual sucesión y transferir la propiedad de forma que se minimice el impacto fiscal para los posibles nuevos propietarios. Por último, la venta de acciones de una empresa puede ser el resultado final del agotamiento o de la falta de voluntad de hacer crecer la empresa.
Completo vs. Venta parcial
En primer lugar, hay que determinar si se trata de una venta total o parcial. Una venta completa es bastante sencilla. En la mayoría de los casos, la relación con la empresa finaliza, a menos que exista un contrato de trabajo o de consultoría que la mantenga. Las ventas de empresas pueden estructurarse de forma que ofrezcan esencialmente pagos de anualidades, por lo que una venta completa tiene sentido si el propietario busca pasar completamente a la acción financieramente.
Las ventas parciales son diferentes. Pueden servir para reunir capital, incentivar a los empleados o iniciar transiciones de propiedad. Antes de contemplar una venta parcial, considere las ramificaciones de la cantidad que desea vender. Si vende demasiado y se convierte en un inversor minoritario, puede dejar de tener la capacidad de controlar -o incluso de influir- en las decisiones.
Diferentes opciones de venta
Salir a bolsa
Para la gran mayoría de los propietarios de empresas, salir a bolsa no es una opción. La opción más cara es la de cotizar en bolsa, y es la más exigente en términos de requisitos legales, de auditoría y de divulgación. Aun así, suele ser la mejor opción para conseguir grandes cantidades de capital y/o maximizar el valor de una empresa.
Vender a grandes inversores privados
Las empresas no tienen que salir a bolsa para atraer el dinero de las instituciones. Es considerablemente más fácil, rápido y barato vender acciones de forma privada. Aunque hay límites en cuanto a la medida en que una empresa puede solicitar inversores sin registrarse en la Comisión del Mercado de Valores (SEC), las ventas privadas ofrecen la misma ventaja que la obtención de capital públicamente sin algunos de los inconvenientes.
Las ventas privadas suelen incluir financiación de capital riesgo. En la financiación de riesgo, una empresa o su propietario venden acciones a inversores de capital riesgo a cambio del capital que la empresa necesita para crecer o expandirse. En muchos casos, las ventas de acciones significativas a grandes inversores privados también requieren que la empresa dé a los inversores un puesto en el consejo de administración.
Vender a pequeños inversores
En algunos aspectos, la venta de acciones de su empresa privada a pequeños inversores privados es más difícil y más fácil que la venta a grandes y sofisticados inversores. El lado positivo es que es más fácil elegir a los inversores, y a menudo hay relaciones preexistentes. También es menos probable que estos inversores fuercen algunos de los compromisos más importantes que pueden exigir los grandes inversores, como la representación en el consejo de administración o la sustitución del director general (CEO). Por otro lado, los inversores más pequeños suelen tener menos dinero y el proceso legal puede ser más complicado.
Vender a los empleados
La venta de acciones de su empresa a sus empleados es otra opción a considerar. Establecer un plan de propiedad de acciones para los empleados (ESOP) aumenta la lealtad y la retención y reduce las necesidades de compensación en efectivo de la empresa -como premios o bonificaciones- que de otro modo se pagarían en efectivo. Estas aportaciones suelen ser deducibles de impuestos. Sin embargo, la venta de acciones a los empleados no es una opción práctica para obtener capital.
La venta de acciones de su empresa a sus empleados es una buena idea por varias razones, pero la obtención de capital no es una de ellas.
Pasos importantes para vender una empresa
Si estás pensando en una salida, aquí tienes algunos pasos para empezar.
Decida su futuro
Comience por responder a una pregunta: ¿En qué quiere emplear su tiempo, dinero y energía después de la venta?? Muchas personas encuentran difícil este tipo de examen de conciencia y lo evitan. Desgraciadamente, los propietarios que entran en negociaciones con un comprador potencial sin una visión de futuro rara vez llegan a un acuerdo. Poner su visión de la vida futura en un documento, para poder consultarlo cuando sea necesario, y actualizarlo cuando sea necesario.
Saber qué quieren sus accionistas
La siguiente pregunta es: ¿Qué quieren las partes interesadas de su empresa?? Las partes interesadas son las personas cuyas acciones afectan a la salud de la empresa: empleados, otros propietarios, inversores y miembros de la familia. Los objetivos de estas personas clave marcarán el futuro de la empresa, y un comprador inteligente querrá conocer y estar de acuerdo con sus objetivos antes de cerrar una operación.
Determine el valor de su empresa
A continuación, hay que establecer un valor para la empresa. Este proceso puede requerir los servicios de un contable, un analista independiente y/o un consultor. El empresario ha hecho crecer su negocio desde una idea hasta una organización con empleados, activos, propiedad intelectual y una reputación. No tiene precio para el empresario. Los posibles compradores asignarán un precio a la empresa y se marcharán si consideran que el precio del propietario es descabellado.
Si está considerando la posibilidad de vender la empresa a un tercero, busque la ayuda de un agente comercial, que normalmente tendrá experiencia en la búsqueda de un comprador, la gestión de los trámites, la navegación por las leyes fiscales y de otro tipo, y el cierre de la operación con mayor rapidez que un empresario que vende una empresa por primera vez. Un corredor se concentra en la venta, lo que permite al empresario seguir centrándose en la gestión -y el mantenimiento del valor- de su empresa.
Una vez que tenga una idea del valor justo de la empresa, solicite varias ofertas (al menos tres si es posible). Si las ofertas difieren significativamente de la idea que tiene el propietario del valor justo, puede ser necesario replantearse las hipótesis.
También cabe mencionar que las empresas privadas casi siempre se venden con descuentos respecto a las empresas públicas, pero una participación de control suele valer una prima sustancial para los inversores minoritarios no controladores.
Crear una estrategia de marketing
También es importante comercializar adecuadamente una empresa que se va a vender. Hay sitios de Internet que se dedican a ayudar a los propietarios a vender sus negocios, pero éstos deben estar preparados para crear sus propios materiales de venta. Como mínimo, es fundamental un resumen de una página con un buen formato, así como un paquete más detallado para los licitadores serios. Estos materiales deben incluir elementos como las ventas, los beneficios y los flujos de caja de la empresa, así como una descripción exhaustiva de la empresa y sus activos.
Ponga su negocio en orden
Por último, poner en orden el negocio antes de intentar venderlo. Al igual que una casa necesita una renovación antes de la venta, lo mismo ocurre con un negocio. Busque los problemas que puedan ahuyentar a los posibles compradores y arréglelos antes de abrir los libros para la inspección. Asegúrese de que se atienden los detalles estéticos y las reparaciones, prepare una lista exhaustiva de inventario y equipamiento, y tenga a mano los datos financieros y las declaraciones de impuestos de varios años.
Recuerde que la venta de su empresa es un proceso que llevará tiempo, no un acontecimiento singular.
Otros detalles a tener en cuenta
Hay otros detalles clave que hay que tener en cuenta al considerar la venta de una parte o la totalidad de su empresa. Recuerde que se necesita tiempo. La organización de una oferta pública inicial (OPI) o una ronda de financiación de riesgo lleva meses, y conseguir un buen precio para una empresa privada puede llevar un año o más. La paciencia es vital; cuanto más te apresures a vender, peores serán los precios que verás.
Chris Snider, director general y presidente del Exit Planning Institute, una organización nacional que forma a asesores financieros en los fundamentos de la venta de una empresa, dice que la venta debe tratarse como la jubilación y comenzar con tiempo. „La planificación de la salida es un proceso, no un acontecimiento”, dice Snider. „Es una forma de dirigir su empresa que maximiza su valor y proporciona un medio para alcanzar los objetivos personales y financieros del propietario”.”Por muy buenos que parezcan los consejos de Snider, muchos empresarios no los siguen. En cambio, tratan la venta de su negocio como un acontecimiento que se aproxima cuando están listos para jubilarse, están quemados o se enfrentan a un cambio de vida inesperado.
También es importante contemplar y planificar las consecuencias fiscales y de tesorería de una venta. Es probable que los inversores insistan en una auditoría o un informe más riguroso. Es más, si vende acciones con la promesa de dividendos regulares, debe demostrar el flujo de caja que los respalda. Consulta con contables y/o abogados las posibles consecuencias fiscales de la venta, tanto para ti como para la empresa.
Por último, no olvide considerar las implicaciones psicológicas. ¿Está preparado para abandonar la empresa?? ¿Está preparado para que los nuevos socios cuestionen sus decisiones?? Tener inversores en su negocio le hace legalmente responsable ante los demás y requiere más transparencia de la que puede estar acostumbrado un empresario individual.
El resultado final
Vender incluso una pequeña parte de su negocio es una empresa seria. Como mínimo, asegúrese de estar bien preparado y tener claras sus expectativas para el proceso. La venta de acciones de una empresa privada puede ser una buena forma de obtener capital, incentivar a los empleados o aportar nuevos talentos e ideas a la empresa, pero requiere paciencia, preparación y voluntad de negociación.
La mejor manera de obtener el máximo valor de la venta de su empresa es planificarla con mucha antelación. Analice detenidamente el valor de su empresa y solucione los problemas que puedan hacer que se venda por menos de lo que debería. Entonces, coge las ganancias y empieza tu próxima aventura.
Fuentes del artículo
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