La quiebra -el proceso legal para empresas o individuos cuando no pueden pagar sus deudas- puede ser una situación bastante negativa para quienes la atraviesan. Pero para los inversores que estén dispuestos a investigar un poco, puede presentar oportunidades. A continuación, veremos qué ocurre exactamente durante una quiebra y cómo los inversores pueden beneficiarse de ella.
Puntos clave
- Los inversores deben tener cuidado, pero no necesariamente deben evitar invertir en una empresa que haya salido de la quiebra; en algunos casos, estas empresas ofrecen buenas posibilidades de inversión.
- Al igual que con cualquier inversión, los inversores potenciales deben hacer su debida diligencia e investigar si la empresa está en una posición más fuerte después de la reorganización y ahora ofrece una buena oportunidad de compra.
- Los riesgos para los inversores de las empresas en quiebra incluyen la reaparición de antiguos problemas y la presencia de inversores buitre, que compran las acciones durante el proceso de quiebra y las desechan en cuanto la empresa ha resurgido.
El declive
Una empresa puede tener que entrar en quiebra debido a un mal entorno económico, una mala gestión interna, una expansión excesiva, nuevos pasivos, nuevas regulaciones o una serie de otras razones. El proceso de quiebra suele ser largo y complejo, y pueden surgir muchas complicaciones sobre los importes de liquidación y las condiciones de pago.
Hay dos tipos de quiebra que las empresas pueden presentar:
Capítulo 7
Este tipo de quiebra se produce cuando una empresa cierra por completo y asigna a un administrador la liquidación y distribución de todos sus activos a los acreedores y propietarios de la empresa.
En una bancarrota del Capítulo 7, las deudas se separan en clases o categorías, y cada clase recibe prioridad de pago. Las deudas prioritarias se pagan primero. Las deudas garantizadas son las siguientes en pagarse. La deuda no prioritaria y no garantizada se paga entonces con los fondos restantes de la liquidación de activos.
Capítulo 11
Este es el tipo de quiebra corporativa más común para las empresas públicas. En una quiebra bajo el Capítulo 11, una empresa continúa con sus operaciones diarias normales mientras ratifica un plan para reorganizar sus negocios y activos de tal manera que pueda cumplir con sus obligaciones financieras y finalmente salir de la quiebra.
El proceso de una quiebra según el Capítulo 11 es el siguiente:
El plan
Las empresas que se declaran en quiebra suelen tener una deuda aplastante que no puede pagarse totalmente en efectivo. Como resultado, las empresas públicas suelen cancelar sus acciones originales y emitir nuevas acciones para realizar los pagos de capital por las cantidades acordadas.
La distribución de nuevas acciones se produce en el siguiente orden:
Varias empresas han prosperado tras salir de la quiebra, como General Motors, Chrysler, Marvel Entertainment, Six Flags, Texaco y Sbarro.
Cómo invertir en una empresa en quiebra
Conseguir una rentabilidad superior a la media suele implicar pensar de forma diferente, pero ¿dónde se puede ganar dinero en una quiebra?? La respuesta no está en lo que ocurre antes, sino en lo que ocurre después de que una empresa quiebre.
El precio de una acción no es sólo un reflejo de los fundamentos de la empresa, sino también el resultado de la oferta y la demanda de acciones en el mercado. A veces, las fluctuaciones de la oferta y la demanda pueden crear desviaciones del verdadero valor fundamental de una empresa. Por ello, el precio de las acciones no siempre es un reflejo exacto de los fundamentos de la empresa. Estos son los tipos de situaciones en los que los inversores sabios buscan invertir, y pueden producirse a partir de las quiebras.
Cuando una empresa se declara en quiebra, la mayoría de la gente no está contenta porque los propietarios pierden casi todo lo que tienen y los acreedores sólo recuperan una fracción de lo que prestaron. En consecuencia, cuando la empresa sale de la reorganización por quiebra y emite nuevas acciones para estos dos grupos de interesados, los accionistas no suelen estar interesados en mantenerlas a largo plazo. De hecho, la mayoría se deshace de las acciones con bastante rapidez en el mercado secundario.
Por lo general, esto se traduce en un exceso de oferta de acciones generado por accionistas apáticos o descontentos, más que por cuestiones fundamentales. Estas nuevas acciones suelen entrar en el mercado con muy poca fanfarria (sin road show, OPV, bombeo, etc.), lo que se traduce en una prima no añadida al precio de la acción. Este escenario crea valor para aquellos que estén dispuestos a recoger las acciones baratas y mantenerlas hasta que suban de valor.
Una empresa que se ha acogido al Capítulo 11 de la ley de quiebras no es necesariamente una mercancía dañada; puede salir del proceso de reorganización más esbelta y centrada, ofreciendo así una buena oportunidad para algunos inversores.
Riesgos de invertir en una empresa después de la quiebra
A pesar de lo fácil que pueda parecer este proceso, sigue habiendo una serie de riesgos asociados a la inversión en empresas que salen de la quiebra. Por ejemplo, es posible que las nuevas acciones de una empresa no reflejen con exactitud el valor de la nueva compañía, por lo que la venta puede estar justificada. Los problemas que llevaron a la empresa a la quiebra en primer lugar pueden seguir existiendo, y es probable que el escenario se repita.
Otra amenaza para la inversión en quiebras son los llamados inversores buitre. Se trata de grupos de inversión especializados en la compra de grandes participaciones (deuda y bonos) en empresas que operan al amparo del Capítulo 11 antes de que se emitan nuevas acciones, por lo que tienen garantizada una gran cantidad de acciones después de la quiebra. Estos grupos ya han descubierto el valor, y suelen ser los primeros vendedores después de que las acciones se hayan recuperado tras la quiebra.
Entonces, ¿cuándo es un buen momento para invertir?? La clave es hacer una investigación en profundidad (o due diligence, como les gusta llamarlo a los inversores). Busque empresas con fundamentos sólidos que sólo hayan entrado en quiebra por circunstancias extremas. Las compras fallidas, los juicios desfavorables y las empresas con pasivos identificables (como una línea de productos débil) pueden ser buenas inversiones tras la quiebra. Las acciones con una baja capitalización bursátil tienen más probabilidades de estar mal valoradas tras una quiebra. Además, las acciones con baja capitalización bursátil y liquidez suelen ser ignoradas por los inversores buitre y, por lo tanto, pueden representar mejores valores que los ya recogidos.
El resultado final
El proceso de reorganización de la quiebra es largo y complejo. Sin embargo, algunas empresas públicas son capaces de salir de ella y volver a ser rentables. Estas empresas pueden representar algunas de las mejores oportunidades de inversión infravaloradas para los inversores.
Fuentes del artículo
Nuestro equipo exige a los redactores que utilicen fuentes primarias para respaldar su trabajo. Entre ellos se incluyen libros blancos, datos gubernamentales, informes originales y entrevistas con expertos del sector. También hacemos referencia a investigaciones originales de otros editores de renombre cuando procede. Puede obtener más información sobre las normas que seguimos para producir contenidos precisos e imparciales en nuestro
política editorial.