Incluso en la era de la caída de los precios del petróleo, la bolsa de Arabia Saudí domina la inversión en los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo. Pero los inversores internacionales que busquen nuevos horizontes deben tomar nota: se trata de un mercado sólo para aquellos con bolsillos muy profundos.
Puntos clave
- La normativa limita la inversión extranjera en acciones saudíes a las instituciones financieras y a los multimillonarios.
- Otras restricciones limitan el número de acciones que puede comprar cualquier extranjero.
- Los inversores que no tengan los bolsillos más llenos pueden exponerse a los valores saudíes a través de varios ETFs.
La Bolsa saudí, o Tadawul, sólo permite negociar a los inversores institucionales extranjeros establecidos, no a los particulares. Un inversor extranjero cualificado, a efectos de la bolsa saudí, tiene al menos 5.000 millones de dólares en activos gestionados y lleva al menos cinco años en activo.
Los inversores que no son multimillonarios pueden invertir cantidades más modestas en Arabia Saudí y la región circundante a través de cualquiera de un puñado de fondos cotizados (ETF) que se centran en empresas de Oriente Medio. Los ejemplos incluyen el SPDR S&P Emerging Middle East and Africa ETF (GAF) y el WisdomTree Middle East Dividend Fund (GULF).
Límites de la inversión directa en acciones saudíes
Existen otros límites a la inversión directa en empresas saudíes:
- Un inversor extranjero no puede poseer más del 5% de las acciones emitidas en una misma empresa.
- Todos los inversores extranjeros (residentes o no) no pueden poseer colectivamente más del 49% de las acciones de cualquier empresa.
- Todos los inversores extranjeros cualificados están limitados colectivamente al 20% de las acciones de una sola empresa y al 10% de todas las acciones de todas las empresas que cotizan en la bolsa.
Los extranjeros que quieren invertir en acciones de Arabia Saudí suelen trabajar a través de una de las instituciones mundiales que hacen negocios allí.
Los límites a la propiedad extranjera impiden que los extranjeros adquieran el control mayoritario de las empresas saudíes.
Morgan Stanley y Credit Suisse Group son algunos de los bancos mundiales que tienen oficinas en Riad. Estas sucursales actúan como centros para corredores e inversores extranjeros cualificados que invierten en cualquiera de las naciones del CCG.
Sobre el Tadawuhl
A pesar de su destacado papel en el mundo árabe, sólo unas 150 empresas cotizan en el Tadawuhl. El principal índice que sigue sus movimientos es el Tadawuhl All Share Index (TASI).
No es de extrañar que la petrolera estatal Saudi Aramco, considerada la mayor empresa del mundo, esté entre ellas. Otras empresas van desde el Banco Nacional Árabe hasta la cadena de comida rápida Al Tazaj y la editorial Jarir Bookstore.
Según la Heritage Foundation, la economía saudí ha crecido sólo modestamente en los últimos años debido a la reducción de los precios y los niveles de producción de su principal producto de exportación, el petróleo. Sigue siendo una de las 20 primeras economías del mundo y la mayor de Oriente Medio.
La larga caída de la demanda de petróleo ha obligado a los saudíes a trabajar para diversificar su economía y fomentar las empresas privadas no relacionadas con el petróleo. Incluso está incursionando en la energía solar.
Fuentes del artículo
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