El mercado de divisas o forex es el mayor y más activo mercado financiero del mundo. Cada día, participantes de todo el mundo realizan transacciones de divisas por valor de billones. Los acontecimientos de todos los rincones del mundo pueden tener un efecto inmediato sobre los tipos de cambio y los valores de las divisas debido a la globalidad e interconexión del mercado de divisas.
A continuación, hablaremos de algunos acontecimientos mundiales típicos que pueden influir en el mercado de divisas.
Impacto político en los precios de las divisas
Una elección política–un acontecimiento común en casi todas las naciones–puede tener un gran impacto en la moneda de un país. Las elecciones pueden ser consideradas por los operadores como un caso aislado de inestabilidad e incertidumbre política potencial, que suele equivaler a una mayor volatilidad en el valor de la moneda de un país. En la mayoría de las situaciones, los participantes en el mercado de divisas se limitan a observar las encuestas previas a las elecciones para saber qué esperar y ver si habrá algún cambio en la cúpula del poder. Esto se debe a que un cambio de gobierno puede significar un cambio de ideología para los ciudadanos del país, lo que normalmente equivale a un enfoque diferente de la política monetaria o fiscal, que son grandes impulsores del valor de una moneda.
Además, los partidos políticos o las personas que se consideran más responsables desde el punto de vista fiscal o que se preocupan por promover el crecimiento económico tienden a aumentar el valor relativo de una moneda. Por ejemplo, un titular que es visto como un „pro economía” que está en peligro de perder su posición de poder puede llevar a la caída de la moneda por el temor de un crecimiento económico futuro limitado y la previsibilidad.
Otra circunstancia de gran importancia es una elección inesperada. Ya sea a través de un voto de no confianza, escándalos de corrupción u otras situaciones, las elecciones imprevistas pueden causar estragos en una moneda. Por ejemplo, los casos de agitación entre los ciudadanos que dan lugar a protestas o paros laborales pueden provocar una gran incertidumbre en los países y un aumento de la inestabilidad política. Incluso en los casos en los que un gobierno autocrático está siendo desafiado en favor de un nuevo gobierno más democrático y económicamente abierto, a los operadores de divisas no les gusta la incertidumbre. La inestabilidad política tiende a superar cualquier resultado positivo de un nuevo gobierno a corto plazo, y las divisas relacionadas suelen sufrir pérdidas.
Sin embargo, los factores y principios básicos de valoración volverán a aplicarse, y las divisas deberían establecerse en torno a un tipo de cambio indicativo de las perspectivas de crecimiento económico del país a largo plazo.
Impacto de las catástrofes naturales en el precio de las divisas
Las consecuencias de un desastre natural pueden ser catastróficas para un país. Los terremotos, las inundaciones, los tornados y los huracanes perjudican a los ciudadanos, la moral y las infraestructuras de un país. Además, estas catástrofes también tendrán un efecto negativo en la moneda de una nación. La pérdida de vidas, los daños en las principales fábricas y centros de distribución, junto con la incertidumbre que inevitablemente conllevan los desastres naturales, son malas noticias para una divisa.
Los daños en las infraestructuras también son una preocupación clave cuando se trata del impacto de las catástrofes naturales. El hecho de que las infraestructuras básicas sean la columna vertebral de cualquier economía Las rupturas en las infraestructuras pueden limitar seriamente la producción económica de una región. Además, los costes adicionales de limpieza y reconstrucción después de una catástrofe restan gastos al gobierno y al sector privado que podrían haberse destinado a empresas económicamente ventajosas, en lugar de a parchear una ruptura en la cadena de valor por daños en las infraestructuras.
Si a esto le añadimos una probable disminución del gasto de los consumidores debido a la incertidumbre económica y una posible pérdida de confianza de los consumidores, cualquier fortaleza económica puede convertirse en una debilidad económica. En total, es casi seguro que una catástrofe natural afecte negativamente a la moneda de un país.
Efecto de la guerra en las divisas
A diferencia de una guerra de divisas, en la que los países intentan activamente devaluar sus monedas para ayudar a sus economías nacionales en el comercio mundial de exportación, una guerra física puede ser mucho más devastadora para la economía de un país. Al igual que una catástrofe natural, el impacto de la guerra es brutal y generalizado. Al igual que las catástrofes, los daños causados por las guerras en las infraestructuras suponen un duro golpe para la viabilidad económica a corto plazo de un país, lo que cuesta a los ciudadanos y a los gobiernos miles de millones de dólares.
La historia ha demostrado que los esfuerzos de reconstrucción de la guerra deben financiarse a menudo con capital barato resultante de los tipos de interés más bajos, lo que inevitablemente disminuye el valor de la moneda nacional. También hay un enorme nivel de incertidumbre en torno a estos conflictos sobre las expectativas económicas futuras y la salud de las naciones afectadas. Por lo tanto, los países que están en guerra experimentan un mayor nivel de volatilidad monetaria en comparación con los que no están en conflicto.
Dicho esto, algunos economistas creen que la guerra puede tener un efecto económico positivo. La guerra puede poner en marcha una economía incipiente, especialmente su base manufacturera, cuando se ve obligada a concentrar sus esfuerzos en la producción en tiempo de guerra. Por ejemplo, la U.S. la entrada en la Segunda Guerra Mundial tras los ataques a Pearl Harbor ayudó a sacar al país de las garras de la Gran Depresión. Aunque hay algunos precedentes históricos de este punto de vista, la mayoría estaría de acuerdo en que una mejora de la economía a costa de vidas humanas es una compensación muy pobre.
El resultado final
La agitación política, las catástrofes naturales y la guerra son sólo algunos de los acontecimientos que pueden tener un profundo efecto en los mercados de divisas. Gran parte del valor de una moneda se deriva de la fortaleza económica de un país, y cualquier incertidumbre imprevista en las previsiones económicas futuras no suele favorecer a una moneda. Aunque es muy difícil planificar lo inesperado en el mercado de divisas, un operador informado utilizará los acontecimientos mundiales como indicador principal dentro de una estrategia de negociación global.
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