Comercio de la pizarra

Qué es el comercio de pizarra?

La negociación en pizarra hace referencia a una práctica anticuada en la que la negociación en bolsa se basaba en precios de oferta y demanda escritos a mano en pizarras.

Puntos clave

  • La negociación en pizarra es una forma de la vieja escuela de presentar los precios de compra y venta, escritos en una pizarra.
  • La tecnología del telégrafo sustituyó poco a poco el uso de las pizarras.
  • Las cotizaciones de hoy en día se cotizan electrónicamente, lo que hace que las cotizaciones del telégrafo y la pizarra queden obsoletas.

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La negociación en pizarra implicaba un laborioso proceso en el que los especialistas en negociación escribían manualmente los precios de compra y venta en enormes pizarras que se alineaban en las paredes de una bolsa. Su uso comenzó a declinar a finales del siglo XIX, cuando los operadores empezaron a adoptar el telégrafo como medio para seguir los precios de los teletipos. El auge de los tableros de cotización automáticos en la década de 1960 y la necesidad de métodos más eficientes de difusión de las cotizaciones acabaron por hacer obsoleta la negociación en pizarra. La lentitud de la negociación que exigía el uso de las pizarras dificultaba la satisfacción de la demanda de mayores volúmenes de negociación.

La llegada de la negociación electrónica acabó por resolver el problema de la eficiencia, haciendo que la negociación en el parqué, y por extensión el personal que participaba en la negociación en el parqué, como los especialistas y los corredores, quedaran prácticamente obsoletos. La bolsa Nasdaq fue pionera en la negociación informatizada en 1971, y la mayor parte del sector no ha mirado atrás desde entonces. Aunque un número cada vez menor de bolsas sigue dependiendo de la negociación en el parqué, las opciones electrónicas suelen coexistir con ellas y acaparan la mayor parte de los volúmenes de negociación.

De la pizarra a la placa de circuito impreso

La pizarra gigante que hizo posible la negociación en los primeros días de la Bolsa de Nueva York también dio lugar a su apodo, el Gran Tablero.

Las tecnologías de inversión posteriores también dieron lugar a artefactos que permanecen en el léxico hasta la fecha, sobre todo la difusión de las cotizaciones a través del telégrafo. Durante aproximadamente un siglo, unas máquinas llamadas tickers tradujeron los impulsos electrónicos que llegaban a través de los cables del telégrafo en letras y números correspondientes a las cotizaciones de las acciones. Esto generó el término símbolo de teletipo, que ha sobrevivido al uso de la cinta de teletipo en las empresas de corretaje ansiosas por leer y responder a las cotizaciones oportunas. El desfile de cintas de teletipo, que todavía saluda a los equipos deportivos campeones y a los héroes cívicos que regresan, tomó su nombre del uso de viejas cintas de teletipo arrojadas por las ventanas de las oficinas como confeti.

Los tableros de cotizaciones capaces de mostrar los precios actuales electrónicamente sustituyeron a los teletipos en la década de 1960, dando paso finalmente a la información de precios informatizada que se facilitó por primera vez mediante un dispositivo llamado Quotron. La proliferación de los terminales Bloomberg hizo que los dispositivos Quotron quedaran obsoletos y dio paso a la era de las cotizaciones bursátiles en tiempo real suministradas por ordenador.

La creciente facilidad con la que los inversores particulares pueden adquirir cotizaciones bursátiles en tiempo real ha generado cambios sustanciales en los mercados financieros. La negociación de alta frecuencia, la negociación diaria y una serie de estrategias que dependen de una respuesta rápida a los movimientos de los precios habrían sido casi imposibles en los días en que los inversores necesitaban consultar la tiza para fijar el precio de una operación.

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