Qué es un auditor interno (AI)?
Un auditor interno (AI) es un profesional capacitado contratado por las empresas para realizar evaluaciones independientes y objetivas de las actividades financieras y operativas de la empresa, incluido el gobierno corporativo. Se encargan de garantizar que las empresas cumplan las leyes y los reglamentos, sigan los procedimientos adecuados y funcionen con la mayor eficiencia posible.
Puntos clave
- Un auditor interno (AI) es un profesional capacitado encargado de realizar evaluaciones independientes y objetivas de las actividades financieras y operativas de la empresa.
- Se emplean para garantizar que las empresas sigan los procedimientos adecuados y funcionen eficazmente.
- Los informes finales se presentan a la alta dirección y pueden incluir recomendaciones.
Cómo entender a un auditor interno (AI)
El principal trabajo de un auditor interno (AI) es identificar los problemas y corregirlos antes de que se descubran durante una auditoría externa realizada por una empresa externa o por organismos reguladores, como la Comisión de Valores y Bolsa (SEC). Una de las funciones de la SEC es regular la forma en que las empresas presentan sus estados financieros para ayudar a garantizar que los inversores tengan acceso a toda la información necesaria antes de invertir.
Una auditoría interna suele realizar las tres tareas que se indican a continuación.
- Evaluar los riesgos y los controles internos de una empresa
- Garantizar que una empresa y sus empleados cumplen con las leyes y reglamentos federales y estatales
- Hacer sugerencias sobre lo que hay que hacer para rectificar una auditoría fallida o las cuestiones que se identificaron como problemáticas durante la auditoría
Proceso de auditoría interna
Para lograr este objetivo, los auditores internos suelen realizar una multitud de tareas, como el examen de los estados financieros, los informes de gastos, el inventario, los datos financieros, las prácticas presupuestarias y contables, así como la creación de evaluaciones de riesgo para cada departamento. Se toman notas detalladas, se realizan entrevistas con los empleados, se supervisan los horarios de trabajo, se verifican los activos físicos y se examinan los estados financieros para eliminar errores o falsedades potencialmente perjudiciales y encontrar formas de aumentar la productividad.
Una vez que el auditor interno ha completado el examen, las conclusiones se presentan en un informe formal. El informe de auditoría describe cómo se ha realizado la auditoría, lo que se ha descubierto y, si es necesario, las sugerencias para mejorarla. Suele presentarse ante los altos ejecutivos de la empresa. Si se recomiendan cambios, es habitual que se pida a un auditor interno que realice una auditoría de seguimiento para determinar si los cambios recomendados se han ejecutado correctamente.
Las empresas que cotizan en bolsa gestionadas adecuadamente también llevan a cabo auditorías internas para garantizar que la empresa cumple con la normativa federal y estatal, incluida la exigida por la SEC. Sin embargo, las empresas también deben asegurarse de que sus prácticas contables siguen las directrices contables establecidas por los Principios Contables Generalmente Aceptados (PCGA).
Requisitos para los auditores internos
El Instituto de Auditores Internos (IIA), creado en 1941 y con sede en Florida, es la organización profesional internacional que establece normas, orientaciones, mejores prácticas y un código deontológico para los profesionales. En su página web, el IIA define la auditoría interna como „una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consultoría diseñada para añadir valor y mejorar las operaciones de una organización. Ayuda a una organización a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobernanza.”
El auditor interno frente a. Auditor externo
A veces se confunde el papel de los auditores internos y externos. La principal diferencia entre ambos es que los auditores internos (AI) trabajan en nombre de la dirección de la empresa. Los auditores internos son contratados por la empresa, mientras que los auditores externos son nombrados por votación de los accionistas.
Los auditores internos se emplean para educar a la dirección y al personal sobre cómo puede funcionar mejor la empresa. Los auditores externos, en cambio, no tienen esas obligaciones. Son responsables de revisar los estados financieros para garantizar que son precisos y se ajustan a los PCGA. Sus conclusiones se comunican a los accionistas, en lugar de a la dirección.
Según la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados, la función del auditor externo es „inspeccionar los registros contables de los clientes y expresar una opinión sobre si los estados financieros se presentan de forma fiel de acuerdo con las normas contables aplicables de la entidad, como los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) o las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Deben afirmar si los estados financieros están libres de errores materiales, ya sea por error o fraude.”
Es un requisito legal que todos los estados financieros de las empresas públicas sean auditados por un contable externo, de acuerdo con la Ley de Valores de 1933 y la Ley de Intercambio de Valores de 1934.
Beneficios de un auditor interno (AI)
Muchas empresas optan por emplear a un auditor interno, a pesar de no estar obligadas legalmente a hacerlo. Las auditorías internas sólidas se consideran una forma clave de corregir los problemas rápidamente, mantener una buena reputación y evitar el despilfarro de dinero. Los informes presentados por los auditores internos (AI) pueden ayudar a las empresas a prosperar y funcionar con la máxima eficiencia. Por esta razón, muchos ejecutivos las consideran un gasto necesario.
Muchas empresas deciden emplear a un auditor interno, a pesar de no estar obligadas legalmente a hacerlo. Las auditorías internas sólidas se consideran una forma clave de corregir los problemas rápidamente, mantener una buena reputación y evitar el despilfarro de dinero. Los informes presentados por los auditores internos (AI) pueden ayudar a las empresas a prosperar y operar con la máxima eficiencia. Los auditores internos también preparan a la empresa para el éxito cuando llega la auditoría externa anual. El trabajo de un auditor interno consiste esencialmente en ayudar a detectar y solucionar problemas antes de que un auditor externo tenga la oportunidad de hacerlo. Por esta razón, muchos ejecutivos los consideran un gasto necesario.
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