Qué es un activo improductivo?
Un activo improductivo (NPA) es un instrumento de deuda en el que el prestatario no ha pagado los intereses y el principal previamente acordados al prestamista designado durante un largo periodo de tiempo. Por lo tanto, el activo improductivo no produce ningún ingreso para el prestamista en forma de pago de intereses.
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Activo improductivo
Desglose de los activos improductivos
Por ejemplo, una hipoteca impagada se consideraría morosa. Tras un periodo prolongado de impago, el prestamista obligará al prestatario a liquidar los activos que se hayan pignorado como parte del acuerdo de deuda. Si no hay activos pignorados, el prestamista puede cancelar el activo como deuda incobrable y luego venderlo con descuento a una agencia de cobros.
Los bancos suelen clasificar los préstamos como morosos después de 90 días de impago de los intereses o del principal, lo que puede ocurrir durante el plazo del préstamo o por no haber pagado el principal al vencimiento. Por ejemplo, si una empresa con un préstamo de 10 millones de dólares con pagos de intereses de 50.000 dólares al mes no realiza ningún pago durante tres meses consecutivos, el prestamista puede verse obligado a clasificar el préstamo como moroso para cumplir los requisitos reglamentarios. Un préstamo también puede clasificarse como moroso si una empresa realiza todos los pagos de intereses pero no puede devolver el capital al vencimiento.
Los efectos de la morosidad
Llevar activos improductivos, también denominados préstamos morosos, en el balance supone tres cargas distintas para los prestamistas. El impago de los intereses o del principal reduce el flujo de caja para el prestamista, lo que puede alterar los presupuestos y disminuir los beneficios. Las provisiones para insolvencias, que se reservan para cubrir posibles pérdidas, reducen el capital disponible para conceder préstamos posteriores. Una vez que se determinan las pérdidas reales de los préstamos morosos, se cancelan contra los beneficios.
Recuperación de pérdidas
Los prestamistas suelen tener cuatro opciones para recuperar una parte o la totalidad de las pérdidas resultantes de los activos improductivos.
Cuando las empresas tienen dificultades para atender el servicio de la deuda, los prestamistas pueden tomar medidas proactivas para reestructurar los préstamos a fin de mantener el flujo de caja y evitar clasificarlos como morosos. Cuando los préstamos impagados están garantizados por activos de los prestatarios, los prestamistas pueden tomar posesión de la garantía y venderla para cubrir las pérdidas hasta su valor de mercado.
Los prestamistas también pueden convertir los préstamos fallidos en capital, que puede revalorizarse hasta el punto de recuperar por completo el capital perdido en el préstamo impagado. Cuando las obligaciones se convierten en nuevas acciones de capital, el valor de las acciones originales suele desaparecer. Como último recurso, los bancos pueden vender deudas incobrables con grandes descuentos a empresas especializadas en el cobro de préstamos. Los prestamistas suelen vender los préstamos impagados que no están asegurados con garantías o cuando los demás medios para recuperar las pérdidas no son rentables.