Las oportunidades de inversión actuales no están limitadas por la geografía. Si le intrigan las economías emergentes y el crecimiento en auge de los mercados de todo el mundo, quizá quiera invertir en algunos de ellos.
Para muchos inversores, la compra de acciones extranjeras les permite diversificar repartiendo su riesgo, además de exponerse al crecimiento de otras economías. Muchos asesores financieros consideran que las acciones extranjeras son una buena adición a una cartera de inversiones. Recomiendan una asignación del 5% al 10% para los inversores conservadores, y hasta el 25% para los inversores agresivos.
Puntos clave
- Los inversores pueden acceder a acciones extranjeras a través de ADR, GDR, inversión directa, fondos de inversión, ETF y EMN.
- La compra de acciones extranjeras permite a los inversores diversificar el riesgo de su cartera, además de exponerse al crecimiento de otras economías.
- Los asesores financieros recomiendan una exposición de entre el 5% y el 10% a acciones extranjeras para los inversores conservadores, y de hasta el 25% para los inversores agresivos.
Los riesgos de la inversión en el extranjero
La inversión internacional, sin embargo, tiene su reverso. En términos de volatilidad, los mercados emergentes en general se consideran más arriesgados. Pueden experimentar cambios drásticos en el valor de mercado y, en algunos casos, el riesgo político puede hacer tambalear la economía de un país. Además, hay que tener en cuenta que los mercados extranjeros pueden estar menos regulados que los estadounidenses.S., lo que aumenta el riesgo de manipulación o fraude.
Los inversores de hoy en día tienen un acceso extraordinario a las noticias mundiales las 24 horas del día, pero también existe el riesgo de una información inadecuada de un mercado que a menudo está a miles de kilómetros de distancia. Esto puede limitar la capacidad del inversor para interpretar o comprender los acontecimientos.
Por último, existe un riesgo cambiario derivado de las variaciones del tipo de cambio frente a la moneda nacional del inversor. Por supuesto, las divisas se mueven en ambos sentidos y también pueden favorecer al inversor.
Si está dispuesto a aprovechar la oportunidad y el riesgo de la inversión internacional, hay seis formas de exponerse al crecimiento fuera de los Estados Unidos.S.
1. Recibos de depósito americano (ADR)
Los recibos de depósito estadounidenses (ADR) son una forma cómoda de comprar acciones extranjeras. Las empresas extranjeras utilizan los ADR para estar presentes en los Estados Unidos.S. mercados y, a veces, aumentar el capital. Un ejemplo es el gigante chino del comercio electrónico Alibaba (BABA), que recaudó 25.000 millones de dólares en 2014 (lo que entonces fue la mayor oferta pública inicial) y cotizó sus ADR en la Bolsa de Nueva York (NYSE).
Los ADR pueden ser patrocinados o no patrocinados y tienen tres niveles.
- Los ADR de nivel 1 pueden utilizarse para establecer una presencia comercial en los EE.UU.S., pero no puede utilizarse para obtener capital. Al no estar patrocinados, sólo pueden negociarse en el mercado extrabursátil (OTC).
- Los ADR de nivel 2 pueden utilizarse para establecer una presencia comercial en una bolsa nacional como la NYSE, pero no pueden utilizarse para captar capital.
- Los ADR de nivel 3 pueden cotizar en las bolsas nacionales además de utilizarse para captar capital.
Cada ADR que emite una empresa extranjera representa una acción subyacente, o un número de acciones subyacentes. Por ejemplo, un ADR de Vodafone Group (VOD) representa 10 acciones subyacentes, mientras que los ADR de Sony Corp (SNE) representan el subyacente en una proporción de 1:1.
Estos ADR cotizan, se negocian y se liquidan igual que las acciones de las empresas nacionales.S. empresas. Esto los convierte en una forma conveniente para el inversor medio de mantener acciones extranjeras.
2. Recibos de depósito global (GDR)
Un recibo de depósito global (GDR) es otro tipo de recibo de depósito. Un banco depositario emite acciones de empresas extranjeras en los mercados internacionales, normalmente en Europa, y las pone a disposición de los inversores dentro y fuera de los Estados Unidos.S. Muchos GDR están denominados en dólares estadounidenses.S. dólares, aunque algunos están denominados en euros o en libras esterlinas. Suelen negociarse, compensarse y liquidarse del mismo modo que las acciones nacionales.
Los GDR pueden encontrarse en la Bolsa de Londres y la Bolsa de Luxemburgo, así como en las bolsas de Singapur, Frankfurt y Dubai. Los GDR suelen colocarse entre inversores institucionales en ofertas privadas antes de su comercialización pública.
3. Inversión directa en el extranjero
Hay dos maneras de que los inversores compren directamente acciones extranjeras. Puede abrir una cuenta global con un agente de bolsa de su país, como Fidelity, E*TRADE, Charles Schwab e Interactive Brokers. La otra opción es abrir una cuenta con un corredor local en el país de destino. Por ejemplo, la plataforma de negociación MONEX BOOM, con sede en Hong Kong, ofrece a los inversores acceso a las acciones de Hong Kong, además de otros 11 mercados.
La inversión directa no es adecuada para el inversor ocasional. Existen costes adicionales, implicaciones fiscales, necesidades de apoyo técnico, necesidades de investigación, conversiones de divisas y otros factores a tener en cuenta. En resumen, sólo los inversores activos y serios deberían participar en la inversión extranjera directa.
Los inversores también deben tener cuidado con los corredores fraudulentos que no están registrados en los organismos reguladores de su mercado, como la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) de EE.UU.S.
4. Fondos de inversión globales
Los inversores que deseen explorar los mercados mundiales -pero que no quieran muchas complicaciones- pueden optar por un fondo de inversión centrado en la renta variable internacional. La simplicidad es una de las muchas ventajas de los fondos de inversión.
Los fondos de inversión orientados al mercado internacional son muy variados, desde los más agresivos hasta los más conservadores. Pueden ser específicos de una región o de un país. Pueden ser un fondo gestionado activamente o un fondo de índice pasivo que siga un índice de acciones en el extranjero. Pero tenga cuidado con las comisiones: Los fondos de inversión con enfoque global pueden tener costes y comisiones más elevados que sus homólogos nacionales.
5. Fondos cotizados (ETF)
Un fondo cotizado internacional ofrece a los inversores una forma cómoda de acceder a los mercados extranjeros. Elegir el fondo cotizado (ETF) adecuado puede ser más sencillo que construir una cartera de acciones por sí mismo.
Algunos ETFs ofrecen exposición a múltiples mercados, mientras que otros se centran en un solo país. Estos fondos cubren una serie de categorías de inversión como la capitalización del mercado, la región geográfica, los estilos de inversión y los sectores.
Entre los principales proveedores de ETF se encuentran iShares de BlackRock, State Street Global Advisors, Vanguard, FlexShares, Charles Schwab, Direxion, First Trust, Guggenheim Investments, Invesco, WisdomTree y VanEck. Antes de comprar un ETF internacional, los inversores deben tener en cuenta los costes y las comisiones, la liquidez, los volúmenes de negociación, las cuestiones fiscales y las participaciones en la cartera.
6. Empresas multinacionales (MNC)
Los inversores que no se sientan cómodos comprando acciones extranjeras directamente, e incluso los que desconfíen de los ADR o los fondos de inversión, pueden buscar empresas nacionales que obtengan una parte importante de sus ventas en el extranjero.
Las empresas multinacionales (EMN) son las más adecuadas para este fin. Puede tratarse de la compra de The Coca-Cola Company (KO) o McDonald’s (MCD), que generan la mayor parte de sus ingresos en operaciones mundiales. Se trata de un enfoque de puerta trasera y no proporciona una verdadera diversificación internacional, aunque sí ofrece a los inversores una exposición internacional.
Lo más importante
El conocimiento de las condiciones políticas y económicas del país en el que se invierte es esencial para comprender los factores que podrían afectar a la rentabilidad. Como siempre, los inversores deben centrarse en sus objetivos de inversión, los costes y la rentabilidad prevista, equilibrando estos factores con su tolerancia al riesgo.
Fuentes del artículo
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