Polonia se ha convertido en poco tiempo en una nación de renta alta en comparación con otros países de renta media. Entre 2009 y 2019, la tasa de crecimiento anual de Polonia ha sido de media un 3.6%, según el Banco Mundial. Esto se debe al aumento constante de la productividad, al fortalecimiento de las instituciones, a la inversión en capital humano y a la buena gestión macroeconómica.
En 2019, el producto interior bruto (PIB) de Polonia creció un 4.El 1%, estimulado por la subida de los salarios y el aumento del consumo interno. En 2020, sin embargo, se espera que el crecimiento disminuya drásticamente hasta el 0.4%. El brote mundial de COVID-19 ha tenido un impacto de gran alcance en la economía de Polonia, ya que las escuelas, las fábricas y las empresas no esenciales cerraron en medio de un cierre temporal de las fronteras.
El Banco Mundial predice una vuelta gradual al crecimiento para Polonia, estimando que el crecimiento se recupera hasta el 2.2% en 2021 y 2.9% en 2022. En este artículo, repasamos la economía polaca antes de la pandemia mundial y destacamos los cuatro principales retos a los que se enfrenta Polonia en su camino hacia la recuperación económica.
Puntos clave
- Entre 2009 y 2019, Polonia experimentó buenas tasas de crecimiento debido a su mayor productividad, a la inversión en capital humano y al fuerte sector manufacturero.
- Sin embargo, el envejecimiento de la sociedad podría frenar el crecimiento económico de Polonia a medida que más personas se jubilen, dejando al país con una escasez de mano de obra.
- Polonia también se enfrenta a retos para mantener la competitividad tecnológica y debe aumentar las inversiones en tecnología para sostener el crecimiento futuro.
- La contaminación se ha convertido en un problema creciente para Polonia a medida que más regiones se enfrentan a la mala calidad del aire debido a la dependencia de la energía basada en el carbón.
- El aumento de la desigualdad de ingresos es otro problema que ha provocado crecientes disparidades entre regiones y comunidades locales dentro de Polonia.
Polonia en un vistazo
Polonia contribuyó a la desaparición de la Unión Soviética en 1989, entró en la OTAN en 1999 y se convirtió en miembro de la Unión Europea (UE) en 2004. También fue el único país europeo que mostró crecimiento económico durante la crisis crediticia de 2009.
En 2015, el partido euroescéptico y conservador Ley y Justicia de la primera ministra Beata Szydlo obtuvo la mayoría parlamentaria, pero desde entonces el gobierno ha chocado con la UE por los cambios en el poder judicial y los intentos de la UE de imponer cuotas obligatorias de migrantes.
La economía de Polonia
Fabricación
Un fuerte sector manufacturero ha ayudado a Polonia a convertirse en la sexta economía de la UE. A pesar del éxito de la nación con las reformas estructurales, que incluyen la liberalización del comercio, los bajos impuestos a las empresas y un entorno normativo favorable a los negocios, el país necesita invertir en sus infraestructuras básicas, como las carreteras y el ferrocarril.
Polonia también necesita abordar su estricto código laboral, un sistema de tribunales comerciales ineficaz que no aborda adecuadamente la corrupción, los trámites burocráticos y un sistema fiscal que desalienta a los empresarios.
El mercado laboral
En febrero. 2020, la inflación aumentó un 4.7% interanual, en consonancia con la aceleración de los salarios a medida que el mercado laboral se endurecía más. Sin embargo, las inversiones en Polonia pueden estancarse si se intensifica la escasez de mano de obra, lo que podría ocurrir debido a la reducción de la inmigración, el recorte de la edad legal de jubilación y los efectos en la oferta de mano de obra femenina del amplio programa de prestaciones por hijos introducido en 2016. El proteccionismo en Polonia es cada vez mayor en lo que respecta al comercio. Los economistas no están seguros de si esto perjudicará a las exportaciones o si se beneficiarán de un crecimiento más fuerte de lo previsto en la eurozona.
El desempleo
Antes de la pandemia del COVID-19, Polonia tenía un desempleo récord, que estimulaba el aumento de los salarios y apoyaba el consumo. Sin embargo, el endurecimiento del mercado laboral provocó cierta preocupación por la escasez de mano de obra, sobre todo en sectores como la construcción y las tecnologías de la información. El país también tiene previsto invertir en iniciativas sociales, lo que puede estimular el gasto pero también puede paralizar la inversión.
El Banco Mundial ha identificado cuatro áreas que representan los mayores retos económicos de Polonia.
1. Una sociedad que envejece
La población de Polonia envejece más rápidamente que la de cualquier otro país europeo. El 35% de la población tendrá más de 65 años en 2030, según el Banco Mundial. Se espera que esta situación haga que la mano de obra se endurezca aún más. El cambio demográfico podría suponer una importante carga para los sistemas sanitario y de pensiones.
2. Aprovechar la tecnología para el crecimiento
Polonia no está siguiendo el rápido ritmo de los cambios tecnológicos que se producen a nivel mundial. Para ser competitivo, el país debe incorporar la tecnología a sus planteamientos de crecimiento sostenible e integrador. Ambas cosas requerirán más y mejores inversiones en innovación y personas.
3. Aumento de la desigualdad
En tercer lugar, dado que los niveles generales de ingresos siguen imitando los de la Unión Europea (UE), Polonia debe abordar el riesgo de que aumente la desigualdad económica. La comparación de Polonia con otras regiones de la Unión Europea muestra que la desigualdad económica en el país es especialmente significativa. Según el Banco Mundial, algunas regiones del país se encuentran entre las 20 más pobres de la UE.
4. Gestión sostenible de los recursos naturales
El crecimiento de Polonia necesitará recursos, y la gestión sostenible de los recursos naturales, incluida la gestión de la calidad del agua y del aire, es fundamental para la estabilidad económica continuada de Polonia. El país depende de fuentes basadas en el carbón para gran parte de sus necesidades energéticas. Muchos de los ciudadanos del país no pueden permitirse sustituir sus anticuados sistemas de calefacción y calderas, que contribuyen a los continuos problemas de contaminación.
Polonia tiene 33 de las 50 ciudades más contaminadas de Europa. Los hogares de las zonas urbanas más pobres experimentan una peor calidad del aire que otras zonas.
El resultado final
Polonia se enfrenta a los desafíos de factores externos e internos. Externamente, la relación de Polonia con Rusia, teniendo en cuenta que Polonia limita con Rusia y Ucrania, es incierta. Además, la relación de Polonia con la UE y el futuro económico de la eurozona pueden ser una fuente de fortaleza para Polonia o un problema.
Sin embargo, internamente, Polonia se enfrenta a una gobernanza compleja con una agenda de reconstrucción que es autoritaria y está diseñada para mantener al público polaco contento en lugar de abordar los problemas del sistema político.
Fuentes del artículo
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