A los inversores que quieren aumentar la diversificación y la rentabilidad total de sus carteras se les suele aconsejar que entren en activos internacionales. Muchos dudan en seguir este consejo.
Hay, de hecho, tres grandes riesgos que los inversores añaden cuando entran en la inversión internacional. Saber cuáles son y cómo se pueden mitigar esos riesgos puede ayudarle a decidir si merece la pena el riesgo y las posibles recompensas.
1. Mayores costes de transacción
El mayor obstáculo para invertir en los mercados internacionales es el coste añadido de las transacciones. Sí, vivimos en un mundo relativamente globalizado y conectado, pero los costes de las transacciones siguen variando mucho según el mercado extranjero en el que se invierta. Las comisiones de los agentes de bolsa en los mercados internacionales son casi siempre más altas que las de la U.S. os tipos de interés.
Puntos clave
- Los gastos de las operaciones en el extranjero suelen ser bastante más elevados.
- La volatilidad de las divisas es una capa adicional de riesgo al realizar transacciones extranjeras.
- La liquidez puede ser un problema, especialmente cuando se invierte en economías emergentes.
Además de las comisiones de corretaje más altas, puede haber cargos adicionales específicos del mercado local. Pueden incluir derechos de timbre, gravámenes, impuestos, comisiones de compensación y comisiones de cambio.
A modo de ejemplo, he aquí un desglose general de lo que supone una sola compra de acciones en Hong Kong por parte de un estadounidense.S. El riesgo de liquidez de un inversor podría ser, en cada operación, de
Tipo de tarifa | Tarifa |
Comisión de intermediación | HK$299 |
Derecho de timbre | 0.1% |
Comisiones de negociación | 0.005% |
Tasa de transacción | 0.003% |
TOTAL | HK$299 + 0.108% |
Eso es alrededor de 38 dólares.60 U.S. en comisiones por operación, según el tipo de cambio de agosto. 1, 2020.
Además, si invierte a través de un gestor de fondos o un gestor profesional, la estructura de comisiones será más elevada de lo habitual.
Para el gestor, el proceso de recomendación de inversiones internacionales implica una cantidad importante de tiempo y dinero dedicado a la investigación y el análisis. Puede incluir la contratación de analistas e investigadores que conozcan el mercado, y otros profesionales con experiencia en estados financieros extranjeros, recopilación de datos y otros servicios administrativos.
Invertir en Recibos de Depósito Americanos (ADR) es una opción para quienes quieren evitar las mayores comisiones de la compra de activos extranjeros.
Para los inversores, estas comisiones aparecerán en el ratio de gastos de gestión.
Minimizar los gastos
Una forma de minimizar los costes de transacción en acciones internacionales es invertir en recibos de depósito estadounidenses (ADR). Los recibos de depósito, al igual que las acciones, son instrumentos financieros negociables, pero son emitidos por U.S. bancos. Representan las acciones de una empresa extranjera, pero cotizan como una U.S. de acciones, eliminando las comisiones por cambio de divisas.
Los ADR se venden en U.S. dólares. Y eso hace que sus inversores sean vulnerables a las fluctuaciones de los precios de las divisas. Es decir, si usted compra un ADR de una empresa alemana, y el.S. Si el dólar se deprecia frente al euro, el valor del ADR disminuirá en consecuencia. Por supuesto, funciona en ambos sentidos, pero el riesgo está ahí.
2. Volatilidad de las divisas
Cuando se invierte directamente en un mercado extranjero (y no a través de ADRs), primero hay que intercambiar las divisas de U.S. dólares en una moneda extranjera al tipo de cambio actual.
Digamos que mantiene la acción extranjera durante un año y luego la vende. Esto significa que tendrá que volver a convertir la moneda extranjera en USD. Esto podría ayudar o perjudicar a su rendimiento, dependiendo de la dirección en que se mueva el dólar.
Es esta incertidumbre la que asusta a muchos inversores.
Un profesional financiero le diría que la solución para mitigar el riesgo de divisas es simplemente cubrir su exposición a las mismas. Las herramientas disponibles son los futuros, las opciones y los contratos a plazo de divisas. Estas no son estrategias que la mayoría de los inversores individuales se sientan cómodos utilizando.
Una versión más fácil de esas herramientas es el fondo cotizado en bolsa (ETF) de divisas. Como cualquier ETF, tienen buena liquidez y accesibilidad y son relativamente sencillos.
3. Riesgos de liquidez
Otro riesgo inherente a los mercados extranjeros, especialmente a los emergentes, es el riesgo de liquidez. Es el riesgo de no poder vender rápidamente una inversión en cualquier momento sin arriesgarse a sufrir pérdidas considerables debido a una crisis política o económica.
No hay una manera fácil para el inversor medio de protegerse contra el riesgo de liquidez en los mercados extranjeros. Los inversores deben prestar especial atención a las inversiones extranjeras que son o pueden llegar a ser ilíquidas en el momento en que quieran venderlas.
Hay algunas formas habituales de evaluar la liquidez de un activo. Un método consiste en observar el diferencial entre la oferta y la demanda del activo a lo largo del tiempo. Un activo sin liquidez tendrá un mayor diferencial entre la oferta y la demanda en relación con otros activos. Unos diferenciales más estrechos y un volumen elevado suelen indicar una mayor liquidez.
Fuentes del artículo
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